En el imperio intangible
Por Agustín Alzari*
Las cosas empiezan antes de que se las escriban y siguen flotando indiferentes después. Así que arranquemos sin el comienzo, por la parte donde la banda sorprende a los tres amigos que entran al Café de la Flor y no saben si es la primera, la segunda, la tercera que toca, ni el nombre, ni la onda. La energía es atronadora, chicos dispuestos al riesgo que saben manejar ese filo donde todo podría perderse. Una banda que sin alarde se recupera del desvarío, de ese lugar al que no saben bien por qué llegaron. Eran Los Readymade.
Tocaron poco y quedamos contentos. Poco: seis bandas en una misma noche en dos escenarios con un patio en el medio. Los Hermanos Karamazov, Operativo Exposición Total, Los Readymade, El Mal, Nacho y el Robot, Hang the DJ Rod Bomb. Todas con su carga de demencia.
El escenario de siempre del bar tenía la batería. El otro, en el cubo infesto del fondo, era menos un escenario que una pista. Allí se pulsaban máquinas, sintes, y hubo un saxo, y un bajo, voces deformes con loops más deformes.
Pienso que sensual, aplicado a la noche, es que suceda algo. Y ahí pasó algo. Musical y oscuro. Toda la noche pasó algo.
Fue el festejo de los 5 años del sello
Soy Mutante, que encabeza Nacho Espumado. Para los que no sabíamos de ellos más que por bajar algunos temas fue un mundo entrar en ese mundo. Flotaba en el aire una auténtica fuerza extraña y con el par de antenas necesarias estaba todo dicho. Si esa fuerza es la que empuja el sello, nunca mejor puesto el nombre.
Pasadas las cuatro tocó la última banda, Operativo Exposición Total. Al violero se le desconectaba constantemente el cable. Lo volvía a enchufar en el equipo, se volvía a emocionar, caminaba o saltaba hacia adelante y chau viola. Cero. Y de cero DIRECTO a diez mil. A la cuarta o quinta vez hubo un gran silencio, un bache, y uno de los que estaban abajo agitando el pogo y de repente tuvo que frenarse gritó:
— ¡Malísimo!
Todo fue así. Sucio, relajado y ocurrente. Una noche dedicada con euforia a lo breve, a lo podrido, en el imperio intangible de las cosas que se hacen por placer.
*Escritor. Prologó y seleccionó los textos del libro
Hacia allá y para acá de Florian Paucke (2010). Públicó, en colaboración con Matías Piccolo, la oda
Congodia, en la editorial municipal de Rosario (2012). Integra la antología ROSARIO: Ficciones para una nueva narrativa, con el cuento “Interín Roloi”.