Raúl “Bambi” García, Tapas de libros (detalle) - fotografía
Hemos hablado bastante de los libros de la Vigil, ese emprendimiento editorial rosarino de los 60 y 70 que te deja con la boca abierta. Desde el barrio Tablada, siguiendo el método de la autogestión, Rubén Naranjo y los suyos realizaron un enorme proyecto cultural sin parangón. La Editorial Biblioteca, creada en Rosario en 1966, perteneciente a la Biblioteca Popular “Constancio C. Vigil” editó más de noventa libros que integran dieciséis colecciones de distintos géneros, utilizando el libro como herramienta educativa cultural para dar a conocer autores locales.
La Vigil a través de sus colecciones. Legado y vigencia de una experiencia cultural, popular y emancipadora, se llama la muestra expuesta hasta el 18 de Agosto en el Museo Castagnino que tiene como curadoras a Sabina Florio y Cynthia Blaconá. Gracias a su trabajo actual podemos tener una dimensión real, palpable, de lo que llevaron a cabo.
“La muestra propone un acercamiento al legado del proyecto cultural, popular y emancipador del Complejo Cultural “Constancio C. Vigil”, un emprendimiento colectivo y autofinanciado que se pensó desde un espacio regional y social específico y definido, reposicionando a la región como usina generadora frente a las naturalizadas percepciones derivativas o de importación. La venta de algunas colecciones en kioscos de revistas, no sólo proporcionó un acceso masivo sino que obligó, como sostuvo Rubén Naranjo, “a cambiar la terminología para adecuarla a los padres y madres en los hogares.
En ese sentido, para proyectar su acción, la Editorial se centró en dos ejes fundamentales: la investigación y el rescate de autores locales. La Biblioteca Vigil, a través de su política editorial, buscó forjar nuevas subjetividades, es decir, sujetos ciudadanos comprometidos con su medio, sus realidades y con la sociedad en su conjunto. Así, los volúmenes editados comprenden desde enciclopedias, libros de imágenes, ensayos dedicados a docentes, a la familia, a temas de actualidad, a la historia, la literatura y el arte. En razón de la envergadura y el carácter del proyecto, la Biblioteca “Constancio C. Vigil” fue intervenida violentamente por la dictadura cívico-militar en 1977”, dice el texto de la muestra.
CHARLAS, DEBATES, Y PROYECCIONES EN TORNO A LA MUESTRA
La exposición contiene una serie de charlas, debates y proyecciones de filmes. El jueves 24 de julio, a las 18, en el Castagnino (Pellegrini 2202). se proyectará Hombres de ideas avanzadas, el documental de Diego Fidalgo, basado en el libro El fusilamiento de Penina, de Aldo Oliva, publicado por la Editorial Biblioteca. Luego, a las 19, Rafael Ielpi y Antonio Oliva conversarán sobre la colección Testimonios, en la que se publicó el libro.
En el mismo lugar, el 31 de julio, a las 19, Rafael Sendra se referirá a la colección Artes Visuales y Cronología del arte en Rosario, de Isidoro Slullitel. En tanto el 6 de agosto, a las 19, las curadoras se referirán a la construcción de la muestra. El 14 de agosto, a las 19, las actividades se trasladan al edificio de Alem 3078, donde se proyectará El rey que prohibió los globos, de Martha Greiner, corto sobre el libro homónimo con ilustraciones de su autoría y edición de Leticia Santa Cruz y habrá una charla con Analía Musumano.
EN LA RADIO
La Vigil fue un proyecto popular, cálido, necesario, expresivo. Como la charla que tuvimos con las dos curadoras un día antes de que se inaugure la muestra. Un verdadero lujo para la Biblioteca Salvaje.