En el transcurso de un mes de 1982, en un rancho de adobe cerca de la laguna El Carpincho, en las afueras de Junín, Juan Noel Mazzadi (entre otras cosas, pianista del Sexteto Mayor) puso en orden los papeles de toda su vida. Tipeo, sin corregir, buena parte de los poemas que había venido escribiendo (y a veces publicando) desde 1957. Armó un libro, Colección, cuya tirada inicial iba a ser de 4 ejemplares y terminó, por insistencia de sus amigos, y gracias a la labor del editor Ricardo Salido, en 60 ejemplares prolijamente numerados.
La obra, además de compendiar una labor poética exquisita, de una potencia furiosa, contaba con las ilustraciones de Victor Grippo, otro juninense, y una figura relevante dentro del arte conceptual argentino.
Con el peso específico de un tesoro inmensurable, el libro Colección pasó de mano en mano, de una generación a otra generación. Todavía no ha sido reeditado (llegará el momento, claro) pero sus poemas, como la propia música, mágicamente se transmiten por el aire.
Una puerta abierta a la literatura argentina. Conversaciones con Agustín Alzari...