La Guerra Civil Española, ocurrida entre 1936 y 1939, tuvo una enorme trascendencia mundial. Allí parecía, de verdad, jugarse el destino de la humanidad. Una de dos: o triunfaba la república, y junto con ella las avanzadas experiencias de gobiernos populares, o se retornaba al orden conservador y católico. Los escritores del mundo, en su gran mayoría, volcaron sus acciones y sus plumas por la causa republicana. El asesinato de Federico García Lorca en manos del ejercito franquista fue decisivo.
La poesía se convirtió en la gran abanderada de la lucha. Los principales poetas latinoamericanos, como Pablo Neruda, Raúl González Tuñón, Nicolas Guillen, Vicente Hiudobro y César Vallejo entre muchos otros, contaban con la ventaja de la lengua común y pusieron el cuerpo y la palabra por la causa. Se trata, en general, de una poesía urgente, de combate.
Pero también, como en el caso de Vallejo, de retaguardia, una poesía capaz de interrogar en medio de la masacre qué pasaría si España cae. Y España cayó. Cayó cuando Vallejo ya había escrito: " si la madre / España cae —digo, es un decir—,/ salid, niños, del mundo; id a buscarla!...". Conjurar el tiempos y los anhelos es uno de los extraños poderes de la literatura.
Una puerta abierta a la literatura argentina. Conversaciones con Agustín Alzari...