Samantha Schewblin vive en Berlín en donde dicta tallares de escritura creativa para la comunidad hispanohablante pero nació en Hurlingham en 1978. Es una de las cuentistas en lengua castellana más laureada de los últimos tiempos. Cuenta en su haber premios como el del Fondo Nacional de las Artes (2001), el Casa de las Américas (2008), el Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero (2015) y el Premio Tigre Juan (2015).
Distancia de rescate, su primera narración extensa, una novela que ella misma admite haber escrito a partir del mundo de sus cuentos, ha sido traducida al inglés y ha sido seleccionada como finalista para el prestigioso Man Brooker International Prize del 2017. El escritor cordobés Carlos Godoy, en una nota de la revista Crisis, matiza esta prolífica profesionalidad de la narradora: "Se puede ver en Schweblin una potencia congénita, natural, para la escritura. Una voz fuerte aunque repetitiva, sin deslices, a lo largo de su obra. También se ve en su escritura la tendencia a la elaboración de “ese tipo de textos que ganan concursos”. Esa prosa enclaustrada en la mente de un jurado.
“Cuando me recomiendan a un autor, primero averiguo si escribe cuentos antes de pasar a una novela. Me interesan por su intensidad y por lo que me exigen como lectora.”
Su primer libro publicado fue la colección de cuentos El núcleo del disturbio, en el año 2002 a los 24 años. Con ese libro ya editado, llegó al taller literario de Liliana Heker, a quien reconoce como una gran maestra que le brindó una enseñanza tal que sigue condicionando su escritura hasta el día de hoy. A este conjunto inicial de relatos le siguieron los de Pájaros en la boca (2009), Siete casas vacías (2015) y la novela ya mencionada, del año 2014. El relato breve de una situación cotidiana que se altera hasta los límites de lo fantástico constituye su caballito de batalla.
Schweblin parece profesar toda una fe respecto de la escritura y lectura de cuentos. En una entrevista del año 2015 revela que: “Cuando me recomiendan a un autor, primero averiguo si escribe cuentos antes de pasar a una novela. Me interesan por su intensidad y por lo que me exigen como lectora.” Brevedad, concisión, mecanismo de relojería, argumentos redondos, método sin fisuras son algunas de las fuerzas que impulsan su narrativa.
Hoy, en Un largo etcétera: Schewblin o la destreza de la buena cuentista.
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