del libro Señora Fantasía (Neutrinos, 2020)
Mi esposa
Fantasía, no entiendo qué pasa
ayer llegué a casa y la cama estaba fría
la cena también, estaba helada
sobre el mar mi mirada hacía la plancha
hacia las olas vuela una paloma blanca
vuela que te vuela y se alejaba
con los marineros, doce temporadas de la amistad
entre los piratas, unas vacaciones de amor carnal
y, al punto, parado sobre el hombro del capitán desnudo
un pájaro verde cautiva su mirada
La paloma y el loro, del descanso hastiados
del oro y las alfombras
vuela que te vuela, atraviesan las olas…
tu eco en el tubo
que a nada contesta
frío, barajado
enfila vagones, trenes de toallas
una
cae
alguien se ha duchado,
ha mordido mi cena
duerme sobre mi cama
ah, fantasía voladora
uh, fantasía aventurera
Turismo
Estoy escondida leyendo a la poeta. El jefe me busca, pero yo me subí al mueble más oscuro y no me puede ver. Tengo vértigo y mi libro de poemas. Qué suerte que se desarma, hay poco espacio. Qué suerte que tiene letras fosforescentes, no hay casi luz. Alrededor, un monte de pelusas. Por debajo de los estantes, la librería en sí. Algo me corta el antebrazo: es una plaqueta de hierro, de una editorial fundida. Trae un poema feo calado a fuego que cae con ruido y vuelve obvia toda la situación. Tengo que bajar ya a atender, con mi libro en la mano. Caigo parada debajo de los spots y me reflejo en la vidriera: soy un bicho de pelusa con un tajo en una pata. Digo “hola!” cuando un grupo de clientes se arrebata “¡¿qué libro leíste, qué libro fue?!”. Toda la tarde vendo el libro de la poeta hasta agotarlo. Algunos se abalanzan sobre los últimos ejemplares y otros dejan señas y lágrimas. Los que salen felices sin el libro van a tatuarse los nombres de sus novias en la piel.
Remera
Con el pico de sol y el fin del almuerzo, aparecen las ambulancias.
Entonces me pongo algodones en las orejas y salgo a la vereda a verlas pasar. Algunas se detienen cerca, se abren, y la calle se llena de médicos.
Me pongo la visera y los sigo con la mirada: los más jóvenes van hacia el Coto. Tienen cuerpos casi gordos y los ojos inflamados. Inventaron una sensualidad de grupo, entre comprensiva y gélida. Uno me sonríe al pasar.
Los médicos aman el suspenso, rechazan las dudas y el silencio. Los peores odian los síntomas. El mejor es el que usa la remera de calaveras. De él no espero antídotos, voy a la guardia al mediodía sólo para verlo hambriento. Y sin que me lo pida, me subo a la camilla y me quedo dormida. Entonces la verdad brota más rápido: él llama al restaurant, pule la manija de la puerta, recibe un mensaje de texto.
Escuchá su lectura de poemas
(Luna de negras, Iemanjá y Cangarejo)
Paula Trama nació en Temperley en 1982. Es poeta, música y licenciada en Letras. Trabaja como profesora de literatura y coordina talleres de escritura de canciones. Como solista lanzó el LP AAAAAAAAAAA (2011). Con la banda Los Besos editó los EP 1 y 2 (2012), los discos Un disco de Los Besos (2016), Helados verdes (2017), Copia viva (2018) y Matemática sentimental (2019), y el cancionero Copia viva. Un libro de Los Besos (Triana, 2018). Integra el dúo Susi Pireli, con el que editó los discos Susi (2016) y Porcelana (2019). Señora Fantasía (Neutrinos, 2020) reúne los libros de poesía Biblioteca Nacional (2006), La yegua y el caballo no existen (2010) y Rosa y negro (2012), la serie inédita Notas de Bahía (2018) y poemas encontrados en blogs.
Foto de portada: observandonos.com.ar