Ramón Ayala
dice estar cantando mejor que nunca. A sus 80 años, el hombre que parece dialogar con todo el tiempo del universo, editó
Cosechero, un trabajo en donde repasa los grandes temas de su repertorio clásico con una nueva voz.
Cobijado su canto por un ensamble que tiene a Juan Núñez en bandoneón, Marcos Núñez en guitarra, Facundo Guevara en la percusión y Juan Pablo Navarro en contrabajo, el álbum fluye y logra ser esa memoria musical de la argentina, que desde hace al menos una década está de nuevo en el aire.
El cosechero, El mensú, Mi pequenño amor, Pan del agua, Canto al Río Uruguay, Posadeña linda y Retrato de un pescador entre otras, son las canciones que incluye la producción artística de Javier Tenenbaum para
Los Años Luz Discos, con la edición y mezcla de Osqui Amante y el propio Tenenbaum, la asistencia de Cecilia Pahl –quien editó hace unos años Corochiré, sobre repertorio de Ayala-, la fotografía de Marcos Lopez (este año realizó el documental “Ramón Ayala”) y el diseño gráfico de Valeria Dulitzky y Julieta Ulanovsky.
Desde “Entraña misionera” y “Testimonial 1”, editados en 2006, que Ramón Ayala no sacaba un disco. Esta entrega contiene, además de las grandes creaciones sobre el rio, la selva, y los trabajadores del litoral, una precisión y musicalidad que hacen lucir al misionero en su interpretación vocal, y posibilitan una relectura estética de su propio lenguaje.