El espejo de los días (2013) es el segundo disco de
Juan Regidor, músico barilochense afincado en Bs As, que antes de lanzarse como solista -“Pinturas en el agua” (2011)-, integró la banda
Camelar, con la cual grabó tres álbumes.
Su itinerario entre la Patagonia y la capital del país puede que haya quedado impreso en su búsqueda musical. Aunque la balanza se incline hacia el sonido de la canción urbana y prevalezca un pop luminoso y ensoñado de espíritu rock (“Aunque cambien los signos”, “Los cascarudos”, “Los Locos”), algo del disco no se olvida de los paisajes telúricos.
Así lo demuestra en “Las flores de hoy” “Sina, las puertas del alba” o “Agua de lago”, en donde sobre una base folclórica canta frases como “Tardes de montaña pa encontrar el camino hasta casa, Tardes de montaña pa encontrar la luz de mi aura, Un verano en patas pa jugar con tu inocencia bajo el agua”.
“El espejo de los días” contiene una gama de guitarras eléctricas, slides o folkies, sobre bases de pulso funkie o jazzie. El sonido pulcro permite disfrutar de los arreglos amables y la voz clara de Juan Regidor. “Sueño con la vida en Patagonia hace años, Cuando todo estaba a punto de pasar, Tus trenes, mis caballos, el amor y el desengaño, Es que a la venganza no le cabe descansar”, ofrece en “Doy lo mejor ” y solo hace falta aceptar la invitación dándole play al disco.
B.M