Desde los lugares en donde se sitúa, a los que podemos arribar escuchándolo, y en medio de la convulsión constante que es el mundo,
Juani Favre construye y ofrece sus canciones como un don. Su hippismo fraternal es de lo poco que se sostiene genuinamente en la cancionística actual, y tiende verdaderos puentes con esa tradición mal interpretada en muchos casos.
"La paz ciencia" es una mirada pacifica, inteligente y calma sobre las relaciones entre las personas y la naturaleza, que no alude en su desarrollo a los conflictos intrínsecos de humanos y contexto, pero no por omisión, sino porque esas tramas ingresan depuradas cuando estas se despliegan y transcurren. Juani entrega en su último disco el costado luminoso de las cosas. Decide ir por la armonía, entablar una relación propositiva con el universo y a eso cantarle.
El “mas que en mi, creo en ti” de la canción “Tanto así” que inaugura el álbum, es un compromiso asumido en la confianza con el otro mas que una puesta en duda del propio ser. Y en ese sentido continua su apuesta: “todo es para vos comprenderlo, el mundo quiere darte mas, todo puede sonreír si lo ubicas así, va a estar bien”. En la bellísima “Déjame entrar” dice “cuida siempre lo que puedas ser, para nunca devenir ayer”. Un mañana es mejor del 2013. Cuando le canta al dolor, como en “El fuego de la paz”, le canta para transformar la pena en paz. Allí se brinda “con agua de luz, para ver el rumbo que debo tomar”.
Instrumentalmente se asociación a Juani en voz, guitarra acústica y eléctrica, charango, melódica, sintetizador y percusión; Emiliana Arias en batería; Martín Cabezudo en bajo y Natalio Rangone en piano y órgano, tres exquisitos aportes que se ubican y lucen con lo justo y apropiado. Estos tres instrumentistas saben que tocan grandes canciones y saben tratarlas, las enaltecen sonando juntos. Los ritmos y tempos son varios, las texturas se sitúan en un plano equidistante del rock, la psicodelia y los folclores. Algunos invitados aportan guitarras, violín, bombo leguero y pezuñas, guitarra eléctrica, y los hermosos vientos: trompeta, saxofón y flauta traversa.
El arte de tapa y contratapa de Celina Mundet nos presentan al Juani telúrico y latinoamericano -que también contemplamos en el sonido del disco-, ese músico que sabe escuchar a otros artistas o lenguajes que lo precedieron , como a las montañas, las plantas y los ríos. Después está el arte, eso que se define como una mirada o un modo propio. Juani Favre lo tiene y lo comparte.
B.M