Con sonidos psicodélicos, voces procesadas y bases electrónicas avanza Litoral sobre el amplio mundo de la música litoraleña argentina. Suenan además acordeones, violines y parches, mixturando los matices de la Mesopotamia profunda con los ecos de la nueva era. Una propuesta que si no te hace bailar, por lo menos te arranca un zapucay.
Juampi Francisconi –también integrante de La Bomba de Tiempo- en composición, batería, percusión, voz y programación y Big Carpincho en composición, sintes y programaciones son la base rítmica e ideológica de este proyecto. Cuentan además con el aporte sensorial del VJ Chipancharch y sus puestas visuales, así como con Angel Ponce enacordeón y Cuchi Martínez enviolín. Entrerrianos todos ellos, desarrollaron con Litoral una síntesis entre sus raíces litoraleñas y la música electrónica.
“Con Leandro Drago (Big Carpincho) nos conocimos en Paraná, nos reencontramos en Buenos Aires y empezamos a juntarnos, a buscar, a componer. Hicimos mucha música antes de lograr el concepto para donde queríamos ir con Litoral”, explicó Juampi Francisconi en entrevista con De Ushuaia a La Quiaca.
Litoral se llama también el primer disco de la banda, el cuál está recientemente empezando a circular en versión material, aunque fue presentado numerosas veces en vivo antes de su lanzamiento. “Tocamos mucho en vivo antes de grabar el disco –planteó el percusionista-, tuvo varios procesos tanto de composición como de audio”, agregó, enfatizando el enriquecimiento que le significó a la agrupación el encuentro con el vivo antes de meterse de lleno con la grabación. El material se presta al oído curioso en un solo click.
El músico, quién actualmente reside en Buenos Aires, entiende a este nuevo proyecto como una manera de rencontrarse con sus raíces, esas que de a ratos quedan opacadas por la vorágine del día a día pero pujan por salir. “Cuando uno se va de la casa, se aleja un poco de la familia, de su ambiente, inexorablemente cambia la visión de como ve el mundo porque lo estás viendo desde afuera si o si, eso te pone ya desde otra lectura, cosas que por ahí no le dabas tanta importancia resulta que se trasforman en eje de la vida de uno (…) En un punto nos vamos para empezar a volver” reflexionó al respecto.
Esa búsqueda se refleja en este primer trabajo discográfico de Litoral: el repertorio va desde una versión de "El Toro", tradicional chamamé de Pedro Sánchez, hasta "Quiero comer pescado", un chamarritón, atrevida mezcla entre la enterrianísima chamarra y el reggaetón. Eso sí, y que quede claro, a este eclecticismo musical -que tanto a proliferado además en los últimos años de la mano de artistas diversos- no lo entiende como una renovación de la música litoraleña ni nada que se le parezca. Más bien, mantiene un carácter lúdico, de respeto y de rencuentro, ahora con una mirada atravesada por recorridos inquietos, con aquellas chamameceadas de campo durante los primeros años de música y una vida a orillas del Gualeguay. “Rudi y Niní Floresson renovadores de un estilo tradicional; nosotros estamos jugando, no estamos renovando nada” enfatizó Juampi.