Y como el mar incansable, desde la primera década del siglo XXI, hay en la música argentina una ola inmensa que trae y vuelve a traer, desde varios lugares a la vez, los sonidos limpios y frescos del neo-folk. Si bien todo ese material no es solo producto del oleaje, ni exclusivamente un desembarco local, esa corriente no deja de desplegar hacia los caminos del país, una red de canciones hermosas.
Desde
Mar del Plata, donde los peces también tienen tiempo de convertirse en algo más en otoño o invierno, el dúo
Avepez formado por
Andrea Alegre (voz, guitarra y ukelele) y
Diego Ripoli (voz y guitarras) es uno de los casos. Su disco debut Microlugar es una preciosa construcción sonora de guitarras acústicas, ukelele, violines y cello, bombo y programaciones mínimas.
Como quien descansa después de su viaje, con las canciones de Avepez nos cobijamos en ambientes calidos iluminados de pop. Luego de haber navegado por aguas calmas en paisajes ventiscos y luminosos, la casa de música de los marplatense nos espera con la chimenea humeante.
Grabado, mezclado y masterizado por
Germán Manavella y
Axel Benedetti en Estudios El Bunker, de Mar del Plata, el disco que tiene tanto de folk anglosajón moderno como de algunas tramas autóctonas, cuenta con la participación de varios invitados:
Rosario González Saenz en violín,
Marcos Casals Ronaldo en cello,
Mariana Solino en bombo legüero y
Agustín Ripoli en bajo, shakers, programaciones y arreglos. El bello arte de tapa estuvo a cargo del ilustrador
Diego Nagüel y el diseñador
Cesar Rojas.
BM