COKI DEBERNARDI HABLA DE CHICO DINAMITA AMOR

Al aire en La Canción del País. Estudio de Radio Universidad Rosario. A la media hora de la entrevista con el cantante y compositor de Killer Burritos.

¿Sos creyente Coki? En tus canciones están presentes las virgencitas y los santos…

Sí sí, mi cocina está llena de vírgenes de la lupita (sic). No tomé la comunión, ni nada, pero le doy un lugar de mística, de fe. Me gusta agarrarme de algo.

(Se retira del micrófono y busca en su bolso….se preocupa al no poder subrayar con alguna estampita lo que acaba de decir, pero segundos después aparece la imagen salvadora) Intento hacerle otra pregunta y antes de que pueda seguir se entusiasma con una anécdota.

Cuando dijiste lo de la procesión me hiciste acordar de una cosa que creo no lo conté nunca. El día que se murió Lennon yo estaba en Cañada (de Gómez, su pueblo natal) y me enteré por la radio, o el noticiero, no sé por dónde habrá salido eso. Supongo que por el noticiero del mediodía y después se cortó…

Porque no había programación…

Claro, cuando pasó lo de Lennon, había un noticiero del mediodía, y uno a la noche y…

¿Y habrá llegado en el día la noticia?

Sí sí sí… un cable de Telam, o alguna cosa habrá llegado al noticiero. Yo me enteraba mucho de lo que pasaba en la música por la revista Pelo que iba a leer al kiosco del Enzo Mangiaterra y por una revista española que se llamaba Popular Uno. Pero eran mensuales creo, y que a su  vez tomaban las cosas con diez días o quince días…cuando se había muerto John Bonham (baterista de Led Zeppelin, fallecido el 25 Septiembre de 1980) salió la noticia y  ya se había muerto hace un mes.  Yo me puse triste un mes después… (risas)

¿Y qué pasó con Lennon?

Ah…(retoma),  el día que murió Lennon yo me puse muy triste,  era el Día de la Virgen de Cañada (después convenimos en que es el Día de La Virgen, en todos lados!).  Se hace una procesión desde el centro de la ciudad a una virgen que está a seis kms por el campo, hasta llegar a una gruta. Como tres horas de caminata. Y yo me armé un poster que tenia de la Pelo, de Lennon, la foto de Bob Gruen, me lo pegué en una madera, como si fuese un cartel  y fui a la procesión..

¿Y caminaste con Lennon ahí?

Si, con el coso de Lennon. Y fue “muy mal visto”. Era como una falta de respeto. Todos iban con el cartel de la virgen a rendirle ofrendas y yo fui solo...no recuerdo si con un amigo. Y era como “por qué  tuvo que venir este pibito acá a hacer esto”. Era muy importante para mi Lennon, no los Beatles.

LA VENGANZA DE CHICO 

Coki tenía 14 años cuando lo conmovió la noticia de que el ex Beatle había sido asesinado de cinco tiros por Mark David Chapman, a la salida del edificio Dakota, el 8 de diciembre de 1980.

En medio de esa procesión cinematográfica y tan real, solo nos queda imaginar si aquel chico de gesto triste y heroico ante los vecinos del pueblo, ya soñaba con ser una estrella de rock, pero sí conocemos los pasos siguientes que fue dando el músico hasta este presente que, cerca de los cincuenta años, lo mantiene con las mismas ganas de siempre.

“ChicoDinamitaAmor” es su reciente disco grabado con los Killer Burritos. La formación tiene a Miguel Villalba en bajo; Franco Mascotti en guitarras; Marcos Prieto en teclados y coros; y Tito Barrera en batería.

“Hace casi un año que venimos tocando dos veces por mes. Porque hay que trabajar, y porque me genera una necesidad corporal muy intensa. Es lo único que disfruto muchísimo fuera de otras cosas cotidianas. Me permite irme del mundo por dos horas de show y no pensar nada más que eso”, cuenta Coki.

“La música sucede ahí, en el escenario. Tengo la suerte de tocar en una banda donde todos los show son diferentes y al no ser una cosa mecánica, ir a tocar nos produce mucho placer”, explica el autor de los álbumes “Viva Rosario!”; CD y DVD en vivo (2012), “No creamos nada” (2007), “Perdida” (2005), “Un millón de dólares” (2001), y "Mi Parrillada" (1998). 

Grabado durante tres jornadas en Plataforma Lavarden por Insitu Estudio y Franco Mascotti, el álbum fue tomando forma cuando vieron que “quedaron  las canciones que pasaron las épocas y las pruebas”. El sonido que encontró la banda le dio lugar a los teclados y sintetizadores y amplio su paleta de colores hacia el pop, sin abandonar ciertas atmosferas oscuras y densas.

“¿Te pensás que un chico revolviendo la basura puede generar algo potente? Ojalá, Dios quiera. Pero no tiene por qué.  No se puede pensar que no haya tiros en las calles si hay chicos viviendo de una manera que no tiene ningún sentido de humanidad. Y este disco es como la venganza de Chico Dinamita"

Respecto a las líneas temáticas, Coki dice también que está atravesado por “la venganza y el amor”. Ese sentimiento encarnado por  el personaje de chico, quien lanza como primera frase en la canción inaugural homónima: “Vas a ver cuando me vuelva la mirada”. 

Y es justamente una mirada amplia sobre los destinos de los chicos, la que aparece en gran parte del álbum. Canciones que pueden dar con la cara oscura de la luna, junto a aquellas otras en las que salir a jugar a la calle es lo mejor que le puede pasar a un niño para sentirse libre. 

“Me pasa que me cuesta hablar de mí, la mayoría de las veces son personajes los que hablan en las canciones. No me pasó nada feo por suerte en la infancia, a veces se puede pensar que uno está exorcizando cosas que le pasaron. Y no es tan difícil ver a un niño colgado de un tacho de basura y pensar que de ahí puede crecer un árbol. Y no es una mirada científica ni sociológica de las cosas. Es una mirada muy simple”, se sincera Coki.

“¿Te pensás que un chico revolviendo la basura puede generar algo potente? Ojalá, Dios quiera. Pero no tiene por qué.  No se puede pensar que no haya tiros en las calles si hay chicos viviendo de una manera que no tiene ningún sentido de humanidad. Y este disco es como la venganza de Chico Dinamita: “vas a ver cuándo me vuelva la mirada”, es un chico que habla mucho de la venganza”.

Después de  “El chico que bailaba lento”, otra canción inspirada en la violencia entre los chicos, —“siempre quieren arrancarme, el ruido del corazón” (una de esas frases de Coki para volverse grafiti)—, se escucha “Villa Cristal”. La que tiene destino de hit es una arenga feliz a su hija Antonia en donde su papá  la estimula a vivir sin miedo. Fue la niña quien hizo el muñeco de la tapa y también hace coros en la canción.

“Se lo hice para ella, no como una canción de amor, sino diciéndole que estaba bueno que haya venido a mi casa y que yo era un pelotudo, un vago. Y que las calles están buenísimas para divertirse, que estaría bueno no perder la calle. Es bravo cuando un chico no se cría en la calle como lugar de libertad”, opina Coki,  a contrapelo del sentido común actual (e histórico) que dice que la calle no es un buen lugar para crecer.

“Las hadas vuelan/ Villa Cristal en la vereda siempre fue mejor/no tengas miedo/todos vinimos a este mundo para dejarlo”, explota el estribillo.

“Villa cristal es como un paraíso que le armé yo…que se rompe en cualquier momento. Fue el último tema que salió. Veníamos haciendo otro tema con la misma base pero a mí no me gustó. Y un día dije “mañana voy a traer el tema con otra letra y terminado... porque no quiero que se quede afuera”.

¿Los tuviste que defender al tema ante los demás?

No, para nada. Yo generalmente quiero sacar temas y los demás me alientan a dejarlos.

¿Sos muy autocritico con tu trabajo?

Algunos temas sé que van a quedar sí o sí, y a algunas otras cosas les doy muchas vueltas. Y  se  las hago escuchar a los otros músicos para que me digan si estamos en lo correcto.

¿En qué momento llega la banda a intervenir?

La banda llega en el mejor momento. Porque llega cuando yo llevo una canción a la sala o al estudio, y le dan la forma que yo no sé darle a veces a las cosas. (Hace silencio y piensa)

Que buen punto ese. A veces están las ideas y no se sabe cómo resolverlas…

A veces se está mucho tiempo con alguna cosa. Y estamos hablando de música pop de cuatro o cinco acordes, no de una obra monumental. Pero es muy lindo cuando la banda agarra el tema y empezamos a tocarlo todos juntos. Y ver dónde poner un estribillo, dónde sacarlo, dónde poner un puente.

La lista de temas sigue con Titanic Te. La historia de “un astronauta que decide regresar a la tierra a buscar a su chica para ir a tomar un te... pero al Titanic, al fondo”, cuenta Coki con gesto irónico. Como en otras canciones suyas, el traveling sobrevuela la tierra registrando los gestos de los que andan por ahí perdidos o enamorados.  “Sé que a mí me busca la NASA por manejar en pedo y sin luces” dice la letra. “Deja que estacione en tu patio y no le digas a nadie que me quedo / Hace mucho tiempo que giro y veo como se ama y se mata”.

En El club de la pelea vuelven los versos sobre peleas y violencia, pero esta vez entre los amantes. Barquito registra fotográficamente las muecas de una cara y un verano con un estribillo de fin de fiesta. El recomienzo con “Te viiiiii” -y sus variantes- es épico. 

La Fakir de la suburbia mantiene el mid-tempo en otra historia oscura e inquietante reforzada por su línea melódica tensa, hasta que la voz de Coki se desgarra en los versos: “Como un faquir de la suburbia / curando la bondad / como una espada toda sucia / detrás del bien y el mal”.

El cambio de timón se da con los ecos  dylanescos de “Parque de Canciones”. Las escenas vitales en un parque de diversiones se mezclan con la descripción de la escenografía. “El parque es mi ciudad”, canta Coki. “No quiero saber cuánto hay que pagar, más que el precio justo de volar”.

El comienzo de La Sombra recuerda esos tonos apagados de anteriores canciones suyas. También se cuelan arpegios y ese riff tan propio de los Burritos. Una guitarra rítmica se mantiene debajo de las estrofas hasta que aparecen en primer plano los sintetizadores y todo vuelve a empezar. “Todo lo que tengo es una sombra” reconoce la voz del tema.

Ya casi sobre el final del disco, Alfombra Voladora plantea con una armonía rítmica a lo Clash, un viaje “por la ciudad tranquila, doblando en cualquier esquina”. “De Tablada al Luna Park, de Cañada a ver el mar, de las drogas a mi mamá”, enumera el tema.

En el cierre con Dinamita2 reaparece chico. “¿Chico dónde estás, qué se hizo de vos?”. Las preguntas iniciales conectan a otras preguntas. “Limpia las calles y tu corazón, sigue pidiendo estar ahí. Llena las calles y no hay nada más”, canta Coki,  mientras los Burritos marchan el pulso de regreso de una guerra conocida.
 

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Entrevista y texto: Perry