En media hora exacta de reloj va a decir muchas cosas. Pero todo el tiempo ¿por dónde andará Cabrera para hacer las canciones que hace? “Olvidado de lo que soy” va a decir en algún momento. Y hablará también de la relación que tiene con sus canciones cuando se le niegan y cuando aparecen, de esa zona de interés en la que caben la historia, la política y la geografía, y de la canción criolla, un género amplio que puede rastrearse en el Rio de la Plata como en los Estados Unidos.
“Viva la patria” es la frase que escuchaba con naturalidad de niño cuando alguien la decía en una reunión familiar o en la plaza y que ahora nombra a su último disco aunque no lo defina conceptualmente. La misma que adquirió un tono rancio y excluyente cuando cayó en manos de las dictaduras militares y que “ya es tiempo de recuperarla”.
En la entrevista telefónica casi que empezamos hablando de lo que no hay para derivar después en el reconocimiento del terrero fértil. Porque mencionó “que no es tan fácil” y reconoció “la alegría que le produjo la variedad de temáticas y enfoques” que había en sus canciones, que la charla se situó de entrada, como contracara a esa sensación de felicidad, en aquella otra igual de importante para los músicos; la llamada “sequia compositiva”.
“Me dio una alegría enorme porque no es fácil para un autor mostrar una variedad de temas y de enfoques. Fue casualidad, se me juntaron estas canciones distintas entre sí. Yo mismo me llevé la sorpresa al hacer un repaso general de las 15 canciones, de que había una variedad temática muy grande, más grande que en otros discos míos. Se dio por la acumulación de canciones de distintas épocas, sucedió lo de la paleta amplia de temas, es muy difícil lograr eso, hablan de distintas cosas”.
Algunos rasgos sobre Uruguay y sus paisajes, las relaciones afectivas, las despedidas, los artistas callejeros, la 18 de Julio, la generación que derrocha el dinero de sus padres y abuelos, los cines transformados en templos evangélicos y estacionamientos, y todas esas cosas a las que les canta Cabrera como nadie y que no tienen nombre ni lugar, son algunos de esos temas.
"así como existe el sastre, el carpintero, el taxista, el sanitario, también estamos los que nos dedicamos a hacer cosas para las almas, como objetos para las emociones"
“Este es un disco que venía atrasado, las canciones las tenia de antes pero metí dos proyectos antes que este”. Esos proyectos fueron el multipremiado “Canciones propias” (2010), en donde versiona temas históricos del cancionero de su país, y el libro-DVD “Intro” (2013) donde hizo un repaso de su producción anterior. Es así que las últimas gemas nuevas que había registrado Cabrera fueron las de "Bardo" (2006).
“Nunca me pongo a pensar un cuerpo de canciones, se me ocurren de a una. Salvo que a veces no las podés terminar, porque te falta un remate o una estrofa y las vas guardando y se te acumulan en el tiempo una cantidad de canciones inacabadas, y capaz un buen día le das el final a varias juntas, pero no quiere decir que formen un cuerpo. Ahora el tema de la sequia me ha pasado siempre. De repente pasan ocho meses un año y no aparece nada y obviamente que te volvés un poco loco.
¿Cuáles son esos síntomas?
Que no se te ocurre nada, ni una línea, ni una palabra, no se te ocurre un título ni una melodía. Esto me ha sucedido muchas veces en la vida y empezás a pensar una cosa que para alguien que se dedica a lo nuestro es lo más triste que te puede pasar, que es que se acabó la cosa, que se cortó la canilla para siempre.
Que no hay nada para decir…
Claro, que no hay nada para decir. Que nunca más vas a tener esa alegría, esa emoción tan fuerte que es terminar una canción. Hacer una canción para quienes nos dedicamos a esto es una de las cosas más hermosas de la vida. Yo he tenido la suerte de hacer unas cuantas a lo largo de 35, 40 años, y bueno, me daría mucha tristeza que eso algún día dejara de suceder. Pero también como ya hecho muchas, un poco me consuelo pensando “bueno, si un día sucede, que se me acaba la inspiración, algo hice también, no va a ser tan dramático”.
Si bien Viva la patria “no tiene una unidad, no es un disco conceptual”, lo que “da cierta unidad es el sonido general del acompañamiento”, opina el autor de “El Tiempo está después”. Juan Pablo Chapital, guitarra; Ricardo Gómez, batería y percusión; Federico Righi, bajo; Herman Klang, teclados, son quienes vienen “elaborando juntos hace unos años” ese sonido del que habla Cabrera. Sin dudas que más allá de los arreglos y la interpretación grupal, lo que sigue encantando al público cada vez más amplio que lo escucha y lo adora son sus letras, las imágenes que consigue reflejar en las canciones, su respiración narrativa. Es decir, su estilo. Ese que sí está forjado de cosas que alguna vez aparecieron.
¿Y la sensación inversa. Cuando está la canción terminada que ya no hay que moverle ni una coma? ¿Cómo es ese sentimiento?
Es una sensación de gran felicidad, de tarea cumplida, de que se justifica tu vida. De que no sos un inútil que es lo que en realidad pensás todo el tiempo. Que estás cumpliendo tu tarea, porque así como existe el sastre, el carpintero, el taxista, el sanitario, también estamos los que nos dedicamos a hacer cosas para las almas, como objetos para las emociones. Esa es nuestra labor, y bueno, cuando uno hace una debe ser la misma felicidad del artesano que logra terminar bien la cosa que hace, o el obrero que concluye un arreglo en una casa y la pared termina perfecta, o el mecánico que termina el arreglo del auto y le da arranque y el motor suena que parece un violín. A todos ser humano mal o bien le debe suceder en las distintas tareas que realiza.
¿Esa satisfacción es una caricia al propio ego o reconocer que uno tiene un don y es para los demás, para brindárselo a otros?
Claro que sí, lo has expresado muy bien, es así. Es un acto de generosidad y un acto de autojustificación. Las dos cosas. Tampoco soy tan libre de hacer lo que quiero, en general uno hace lo que puede, lo que te sale. Y cuando una cosa te sale y más o menos te conforma la dejás, y a veces te encontrás con sorpresas, sentís que tu estilo se ensancha, ni siquiera te lo propusiste, apareció. A veces una cosa que consideras fallida o te parece una limitación, la lees 15 días después y decís “mirá, no parece tan mal, lo podemos dejar”.
"afortunadamente tengo un tema de desmemoria, o de que nunca me creí que soy un artista o algo así. Y yo funciono por la vida de la manera más anónima, y totalmente olvidado de lo que soy"
¿Te manejas con la intuición, de confiar en eso?
Sí, me manejo mucho con eso. Me manejo con el hecho de confiar en algo que ni yo mismo comprendo muchas veces, pero tenerle confianza a mi inconsciente. Me ha pasado con versos y cosas que se te ocurren como un acto de escritura automática, y vos la les y decís “qué quiere decir esto”, como que no tiene ni pie ni cabeza. Pero algo dentro tuyo te dice “dejalo, dejalo”. Hay un aire ahí que lo justifica. Un aire no sé si poético o qué. Cuando hice esas cosas me fue bien, me sucedió que esas canciones caminaban, a la gente le gustaba la frase que ni no yo mismo había entendido.
Hay algo oculto ahí…
Claro, un misterio. Aprendí a respetar ese misterio. Cuando se me ocurre algo que yo olfateo que suena bien lo dejo, aunque sea medio hermético, lo dejo igual, en general me va bien con eso. A mí me gusta contar lo que uno ve. Y yo soy cambiante como somos todos y bueno, capáz que en una época ves de un modo y un año, dos años después de otro. Me gusta relatar. Es un intento que hago. Es muy peligroso esto, es muy difícil, hay que tener cuidado para trasladar a la canción un espíritu narrativo. A veces soy más poético, en el sentido que soy más concreto, más conciso. Pero a veces narro, por ejemplo la canción que da nombre al disco Viva la patria, habla de una persona que saca de su inconsciente todo un flujo. En otras canciones, sobre todo en el pasado mío, hay como poemitas, son como impresiones o fotos.
Más allá de que dijiste en otra entrevista que no te interesa pensar en el cómo somos o qué somos a partir de las reflexiones que puede despertar el título del disco ¿Te intereso siempre pensar tu país, la política, la historia del Uruguay?.
Sí, me interesa desde siempre. Desde que era un bachiller, un licial (de Liceo), desde que tengo 16 años, me interesa la historia y la política. Me interesa el camino que transita mi pueblo, mi pequeño país, también me gusta la geografía, me interesan muchas cosas de cómo se define un país. Pero más recientemente, de un par de años a esta parte, me empecé a dar cuenta que esa inquietud que yo tenía la podía trasladar a las canciones que hacía. Al principio no. Yo me pase como veinte años haciendo canciones sin utilizar para nada una temática así que tenga que ver con la historia o el destino de mi país. Pero hace unos 8, 10 años, empecé con una canción, después con otra y ya van 5 ,6 canciones que se meten un poco en eso. Algunas mas serias, otras con cierta comicidad o ironía otras de una manera mas surrealista.
¿Te acordás por dónde empezaste?
La primera fue “Continuará” del álbum “Ciudad de la Plata” de año 98, ahí hay otra también que se llamaba “Creía yo”, en el disco “Viveza” hay otra que es una milonga que toma algunas personajes de la historias del Uruguay.
Así que el viva la patria te acompaña desde chico…
Después ese dicho cambió, se lo ubico en otro lugar, por culpa de las dictaduras y el manejo que han hecho los militares del concepto de la patria y yo creo que la gente le tomó un recelo a la expresión, pero yo creo que ya es tiempo de recuperarla, por suerte ya llevamos muchas décadas de democracia y podemos limpiarla a esa expresión, sacarle lo que haya quedado de la suciedad los militares. Y volver a recuperarla como una frase pura, que cualquiera puede gritar en una esquina, o en una fecha patria, en un parque o un asado. Yo me acuerdo cuando era chico alguien gritaba “viva la patria” y se le respondía “viva”. Era una cosa natural, era algo que pasaba.
¿Te parece que últimamente, desde hace algunos años, en los países del cono sur y latinoamericana se ha recobrado el orgullo por el propio país más allá de los problemas que pueda haber?
(piensa ) bueno, no sé bien cómo estamos viste. Sí es cierto que nos hemos sacado de encima la lamentable presencia que hubo del fascismo durante varias décadas en estos países con los golpes militares. Eso afortunadamente quedó un poco atrás. Un hecho bastante claro es que en la actualidad en las distintas votaciones, la gente se está volcando por posiciones muy alejadas de eso ¿no?. Es evidente que hoy no hay un ambiente de gobiernos de derecha o ultraderecha, eso me parece un gran logro. Luego hay matices claro, todos los países son diferentes, todos los gobierno son diferentes. Y ninguno es muy bueno ni muy malo, cada uno es como puede ser. Pero sí estamos lejos de aquellas épocas tan nefastas. También es bueno fortalecer eso, a veces con la costumbre que tenemos de denostar a los políticos, de hablar tan mal de los políticos, estamos favoreciendo el descredito en la democracia a estamos abriendo una posibilidad a totalitarismos. A veces pienso que hay que ser más respetuosos con el político, que por supuesto habrá algunos que son corruptos, pero no todos lo son, hay mucho que trabajan y se entregan de una manera muy sincera a las tareas que tiene que cumplir, eso pasa en todos lados. Desde el municipio más humilde al ministerio más encumbrado, también hay políticos malos, claro, no hagamos tabla raza, no volvamos s esa frase muy peligrosa “que se vayan todos” de unos años atrás.
Cambiando de tema, desde algunos años a esta parte creció y se profundizó el reconocimiento de parte del público que se hizo más amplio, y de muchos musicos de las nuevas generaciones hacia vos y tu obra ¿funciona como una presión eso ante cada disco nuevo?
No, al menos por ahora no. Soy libre en eso. Yo afortunadamente tengo un tema de desmemoria, o de que nunca me creí que soy un artista o algo así. Y yo funciono por la vida de la manera más anónima, y totalmente olvidado de lo que soy. Y me acuerdo que soy músico cuando me subo a un escenario, me llaman para una nota o alguien me saluda por la calle. Y no tengo esa presión. Yo funciono como un ciudadano común y corriente. Estoy perfectamente integrado a mi barrio, a mi ciudad, a mi familia. Me olvido que soy músico. Entonces cada vez que recibo un tipo de referencia al respecto siempre me emociono viste. Siempre me da una alegría enorme. O sea que no es una presión.
Yo sigo teniendo la misma actitud mental que cuando tenía 13, 14 años y empecé a hacer canciones porque sí sin pensar que iba a hacer músico profesional. Ni siquiera lo soñaba, me parecía que no era para mí, estaba fuera de mi alcance. Yo tocaba la guitarra por placer, en las fiestas del liceo, en los campamentos, en los cumpleaños. Pero yo no pensaba ser músico, nunca me lo propuse. Y esa actitud mental la sigo teniendo hoy …(hace silencio largo) aunque te parezca mentira o demagógico, es así.
LO CRIOLLO DE ACÁ Y DE ALLÁ
A los 57 años Cabrera dice que tiene el “disco duro un poco lleno” para referirse a que ya no escuchá la cantidad de música de otras épocas, aunque aclara que siempre escuchó de todo y luego de algunas explicacaiones cae en la cuenta que cada vez le gusta más la canción criolla. Lo llamativo, o no, es que ese registro amplio de influencias abarca para él tanto el Rio de la plata como Estados Unidos.
“Antes escuchaba mas, ahora estoy un poco saturado, como que estuviera el disco duro un poco lleno. Pero desde niño escuché mucha música y muy variada. Incluso cosas que mis co-gerenacionales pensaban que no valían la pena o no tenían prestigio. Pero siempre escuché de todo. Folclore, tango, jazz, musical clásica, carnaval, tropical, música del Brasil, tengo esa especie de patrimonio de haber escuchado mucha cosas. Hoy en día estoy un poco saturado, es lógico cuando te pasás la vida entera escuchando música. Hoy en día no soy de poner muchos discos en mi casa o ir a conciertos. Pero también tengo muchas ideas en la cabeza, me suena mucha música en la cabeza todo el tiempo”.
En otra nota reciente que te hicieron leí que estabas muy copado con el tango…
Bueno sí, siempre escucho tango, pero no solo tango, sino música criolla en general. Yo le llamo música criolla a toda la mezcolanza que se ha armado en el río de la plata desde hace unos 150 años para acá. Me interesa mucho, cada vez más, tanto sea lo rural como lo urbano. Si hay algo que escucho es eso. A mí me gusta la música criolla de Estado Unidos. Todo lo que surge del blues, y después el country, el jazz , el rock & roll, el folk. Te podría decir que las dos música que mas me interesan son las músicas criollas de estados unidos y del río de la plata. Lo forjado a fines del siglo XIX , hasta la mitad del siglo XX, los 60.
Entrevista y txt: BM
PRESENTACION: Hoy a las 21.30 presenta su nuevo disco Viva la patria en el teatro de la Plataforma Lavardén, Sarmiento y Mendoza