LA CARRETA CANTA A MARIA ELENA WALSH

Del vasto legado musical de María Elena Walsh, Cecilia Raspo y Guillermo Bonaparte, del grupo cordobés de música infantil La Carreta, han tomado una parte: fábulas hechas canción. Así recorren las peripecias de la tortuga Manuelita y del Mono Liso, de Juan Poquito, el grillo, y de la vaca estudiosa. Las clásicas y disparatadas historias de la querida poeta y compositora aparecen reilustradas en “Los animales de María Elena Walsh”, último material discográfico y espectáculo musical del grupo.

 

Se escucha una clave de samba que resulta musicalizar la historia de Manuelita, Don Enrique el meñique aparece con aires de ranchera mexicana y desde Uruguay acompaña a La vaca estudiosa la cadencia de la marcha camión. El sonido del disco es novedoso porque recorre ritmos del mundo para fusionarse con la poesía de Walsh. “La idea fue reversionar para que vuelvan a ser atractivos para el público actual”, destacó Cecilia Raspo en charla con nuestro programa. El material fue editado el año pasado y cuenta con 20 canciones que la escritora le dedicara a los niños y a los animales.

 

“Para armar el disco trabajamos con distintos artistas cordobeses, no sólo con músicos sino con artistas diversos”, contó Raspo. El packaging de “Los animales de María Elena Walsh” fue diseñado por el artista plástico Daniel Marín y atiende varios detalles: de cartón de colores, la cajita se despliega y aloja en su interior el disco y unas cuantas fichas de papel troquelado para jugar con los animales que retratan las historias. Del otro lado, las letras de las canciones, las cuales cuentan con la particularidad de estar en sus versiones originales y completas.

 

Asimismo, además de la música, el disco incluye un bonus track interactivo con juegos y actividades, realizado por Adriana Obregón y una biografía de María Elena Walsh, que estuvo a cargo de Mariano Medina, escritor cordobés. El grupo tiene también una faceta escénica, que se encuentra atravesada por este confluir de lenguajes y matices artísticos: vestuaristas, escenógrafos y artistas plásticos también aportan sus saberes para conjugarse en la puesta en vivo de la propuesta.

 

La Carreta es muchas cosas ¿empezó siendo algo más definido, se fue abriendo, cómo es la historia?

 

Comenzamos en el 2009, y en realidad el grupo La Carreta somos dos, Guillermo Bonaparte y yo; ambos somos músicos, él es guitarrista y yo soy chelista, los dos somos docentes y hacemos espectáculos de música para niños. Buscamos la calidad artística, por eso nos surge la necesidad de aliarnos con otros hacedores artísticos para optimizar la calidad de lo que ofrecemos para el público infantil. Por eso la necesidad de trabajar con artistas plásticos, escenógrafos, vestuaristas, con otros músicos, que le dan una sonoridad más nutrida a lo que hacemos nosotros.

 

Con el disco han reactualizado el repertorio de María Elena Walsh con distintos ritmos y sonoridades, ¿cómo fue ese proceso?

 

Con el grupo tenemos el objetivo de hacer un proyecto musical por año y de grabar un disco por año y hasta ahora venimos bastante al día. El tercer año de trabajo fallece María Elena Walsh por lo que nos dió el puntapié para trabajar su obra ese año. Nos sentamos a estudiar quién fue, a analizar sus textos, sus canciones, los libros que hay de ella y de todo eso sale esta propuesta. Nos surgió la necesidad de reversionar las canciones, estos clásicos escuchados por tantos años; así

“Manuelita” se transforma en Bossa nova, “El twist del Mono Liso” lo grabamos con los músicos de la Small Jazz Band de Córdoba, “La vaca estudiosa” empieza en baguala y termina en marcha camión. La idea fue reversionar para que vuelvan a ser atractivos para el público actual.

 

¿Cuándo empezaron a trabajar sobre la compositora, qué descubrieron, se les presentó una nueva María Elena?

 

Yo a María Elena Walsh la conocía por las canciones para adultos y para niños. Que tenía vida, era otro tema. Resultó ser que tenía un papá inglés, que tenía la mamá que era buena cocinera, una hermana que era hincha de Ferrocarril Oeste, que era una persona de carne y hueso. Y uno le toma mas cariño cuando se da cuenta que es gente de verdad, digamos. Redescubrimos que fue pareja de Sara Facio, que compartieron su vida en dos departamentos separados pero que tumbaron una pared para poder vivir juntas, cosas de gente. Que además era maestra de plástica. Se humanizó para nosotros, dejó de ser un mito y pasó a ser una persona.

 

Y respecto a su arte, ¿también te cambió la mirada?

 

Puntualmente nos detuvimos en las canciones infantiles y redescubrimos que los textos en las versiones originales son mas largos; nosotros hemos decidido cantarlas completas por eso “Manuelita” es más larga de lo normal. En cuanto a lo musical, nos pareció impecable, mucha información, muchos recursos, atendía a un montón de detalles que son muy sutiles, tiene un estudio bien hecho de las cosas, por eso es tan rico su acervo musical. Su recorrido por Europa, su contacto con el jazz, tuvo un amplio recorrido en la vida musical y siempre codeándose con músicos de ambientes variados.

 

Estas canciones son clásicos, que han cantado padres y niños ¿cómo se da ahora la relación con los niños que los van a ver?

 

Nosotros tenemos un libro para la escena donde vamos contando desde ese libro la vida real de María Elena Walsh, contamos algunas anécdotas y algunos cuentos mechados entre las canciones, así que se llevan información extra, en algún lado les queda.