GUILLERMO RIZZOTTO EDITÓ UN NUEVO DISCO SOLISTA DE GUITARRA CON COMPOSICIONES PROPIAS. DE RAIZ FOLCLORICA ARGENTINA Y OTROS VIAJES.
foto de la gráfica del disco: Gabriela Muzzio
Guillermo Rizzotto cobija entre sus manos una guitarra nueva mientras conversa en nuestro programa de radio all mediodía. Lo llamativo, si uno lo escucha decir que su instrumento lo adquirió hace poco de parte de un luthier, es que él y ese cuerpo de cuerdas y madera ya se entienden a la perfección. Claro que la convivencia está comenzando con esa guitarra, pero hay que decir que la guitarristica folclórica en Rizzotto es cosa de varios años.
Desde que a los 18 años le “hicieron notar” que sus canciones estaban hechas con ritmos folklóricos su camino se bifurcó a otros rumbos. “Yo ni lo sabía. Tenía dieciocho y me decían “che eso es una zamba”. En casa la data era mucho jazz, rock y cuando empecé a estudiar música me metí con la música experimental y electrónica. En esa época es cuando me empiezo a interesar por los documentales folklóricos, entonces para mi Leda Valladares fue una puerta a las raíces porque yo dije, “a ver, me gusta la música argentina pero soy un músico que nació en la ciudad, o sea un músico urbano que no tiene la infancia de campo o de guitarreadas; ¿qué puedo hacer?”. Una opción es viajar, conocer los pueblos y otra es morfarme los documentales de todas las canciones de los años 50 que pueda: de Carlos Vega, Leda (Valladares), Mario Silva, y entonces fue que ahí me adentré en el folklore”.
Es así, con esa actitud de conocer e incorporar material, como Rizzotto fue volcando sus inquietudes en distintos ámbitos; formó un trío con el que podía mostrar sus composiciones propias de raíz folclórica tanto en el Festival de Jazz de Rosario como en el Encuentro de Músicos Populares, fue parte del grupo de la cantante Miriam Cubelos, y continuó experimentando en territorios de obras electroacústicas, hasta que en 2006 editó su primer disco “Solo Guitarra”, y poco tiempo después se radico en Europa. Con esa obra anterior es que se entronca su nuevo álbum “El sentido del paisaje”, que hasta retomó la sesión de fotos para la grafica de Gabriela Muzzio.
En todo ese tiempo transcurrido entre aquel primer disco solista y este último, Rizzotto se volcó también al terreno de la canción junto a David de Gregorio en “Brillo" y editó "El paso del tiempo" (2009) y “La otra orilla “(2011) junto al flautista Pablo Jiménez sobre repertorio folclórico.
LOS SONIDOS Y EL PAISAJE
Editado en simultáneo en Japón y España, el segundo trabajo solista de Rizzotto continúa el desarrollo tímbrico presentado en “Solo guitarra” pero es a la vez un nuevo acercamiento a la música de argentina, donde las armonías o melodías vuelan y son apenas insinuaciones de algo que se recuerda, una especie de evocación paisajística desde la distancia, donde Rizzoto encuentra. A eso hay que sumarle que el músico a grabado ritmos que no se encontraban en el primer disco: “rasguidos, candombe, chacareras o gatos”.
“Abrir el alma al sentido del paisaje”, pregona un texto en el interior del disco. ¿Dónde reposa aquel sentido? Para Rizzoto, primero está lo lúdico, aquello que lo encuentra registrando “voces, formas de vestir, una montaña, una manera de cortar el pasto”. Impresiones. Luego, la gente y los lugares, pero primero “se manifiestan los sonidos”.
“El agua que manda” es el tema que abre el recorrido, una litoraleña que invita al disfrute. “Tengo entendido que el primero en usar el concepto de litoraleña fue Chacho Muller; porque no sería una guaraña, tiene otro contexto, otra estructura, entonces yo le digo así. Tiene esa sonoridad y no es una canción, porque no tiene letra”.
Otro de los temas que forma parte de este trabajo es “El triunfo del corazón”, el cual vincula al guitarrista con Carlos Morcardini, quien escribió unas palabras sobre el joven guitarrista para la edición del disco: “Ese tema está basado en un ritmo de triunfo, a partir de haber compartido la experiencia de tocar con Moscardini en agosto pasado en el encuentro de músicos populares aquí (en Rosario), y ser testigo de la impronta que tiene de la música de la provincia de buenos aires. Y pensé: ¿cómo tocaría yo una música con raíz de la provincia de buenos aires?”
COMPONER Y DAR DE NUEVO
“Uno se da cuenta estando lejos que la naturaleza rige un montón de cosas que después suceden, como en la vida cotidiana. En mi caso, es inevitable ver el río y emocionarse, o tener conciencia de la presencia del ente acuático y lo que produce en la gente que está alrededor”, relata Rizzoto acercando paisaje y música y agrega sobre el toque en vivo: “ “Los temas existen como una composición, pero la percepción de lo que sucede, entre la gente y uno cuando está tocando, sumado a lo que se vivencia en el momento, se plasma en esa interpretación y las hace siempre distintas. Entonces cuando digo que la música muta, es porque la posibilidad de improvisar y encontrar algo nuevo que me gusta, hace que el tema mute. Mi manera de trabajar consiste en ir guardando en el disco rígido esas pequeñas variaciones que se convierten en un elemento nuevo del tema”.
¿El hecho de estar en el exterior, en otro paisaje, modificó tu forma de componer y tocar?
Hay ciertas cosas que estando afuera se acentúan o se potencian, valoraciones de cosas que cuando uno está todo el tiempo confrontándose con lo mismo, dejas de prestar atención. Desde escritores, o letras de canciones, todo eso pasa y se va aumentando también. Sobre todo cuando vas a sitios inhóspitos donde hay pocos espacios comunes para con uno, no hay nada familiar, no para comparar, sino para buscar una identificación, una ubicación contextual. Lo que yo propongo a través de lo que a mí me atrae de viajar es la idea de estar abierto a todo lo que viene de afuera. No es mi intención decir “mirá, te traigo esto de Argentina y es así a rajatabla, y no me muestres tu instrumento japonés”, sino que voy buscando todas esas influencias, intentando flexibilizar la percepción. También me di cuenta que la inquietud que siento por la música hace que cada vez que voy a un sitio, conozca músicos de antemano, y eso hace posible pueda digerir más lo autóctono de cada sitio.
Estás tocando mucho en varios países ¿Cuál es la relación con los públicos del exterior?
El lugar más lejano al que fui fue Japón hace un mes, y en uno de los conciertos se presenta un señor hablándome en argentino: ”Mira Guillermo, te traje esto para que le pegues una hojeada y después me cuentes”, me dijo. Este hombre me entregó los programa originales de las primeras visitas de Eduardo Falú, de Yupanqui y de Mercedes Sosa, (del año 62, 63 y 66 respectivamente) y eso para mí fue una información impresionante. Esos libros incluían todo lo que hacía falta saber: portadas de discos, tres programas distintos con sus partes, y un comentario del encargado cultural del momento en el que se los presentaba a los artistas como enviados culturales del país. El primero fue Eduardo (Falú), después fue Yupanqui. Creo que la gente que iba a los conciertos iba hilando mi presencia como una especie de cronología histórica, tanto la mía como la de otros argentinos, entendiéndonos como una nueva camada. Ellos lo toman como un concepto histórico.
+ Esta noche a las 21.30 lo presentará en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085, quinto piso), con el percusionista Carlo Seminara como invitado.
ESCUCHÁ LA ENTREVISTA Y SU TOQUE EN LA RADIO