En esta cálida charla radial Lorena Astudillo habla de su quinto disco “Un mar de flores”, donde muestra su nueva faceta de compositora. Atravesado por la libertad, el amor, y lo femenino entre otras sensaciones, el trabajo cuenta con 15 canciones de diferentes ritmos. Folclore, tango, candombe y canción son los pétalos musicales que contienen buenas dosis de humor y reflexión.
“La libertad es una de las cosas más importantes del disco” dirá en algún momento de la entrevista radial Lorena Astudillo sobre su quinto álbum “Un mar de flores”. Es que la fabulosa interprete que compartió la terna reciente de los Premios Gardel en la categoría Mejor Álbum Artista Femenina de Folclore -que terminó ganado Liliana Herrero por "Maldigo"-, se lanzó después de mucho tiempo a mostrar una nueva faceta de su personalidad artística: la de compositora.
Cierto momento de crisis personal atravesado por la necesidad y la búsqueda terminó de dar sus brotes luego de que Astudillo participara de una Master Class con su admirado Bobby McFerrin en 2011. Si bien ya había empezado a componer las canciones en la época en que terminaba el ciclo de presentaciones con Daniel Maza (con el bajista y cantante uruguayo grabó su disco anterior “Solo los dos” (2010), y en este es uno de los invitados), la experiencia como oyente de esas clases fue “un patadon”.
“Primero porque lo amo con locurón y era una experiencia metafísica. Fue tan emociónate. Todos le preguntábamos <<qué comes, cuánto dormís, qué shampoo usás… (risas)>> y el decía que “la música es movimiento, y lo que mas me lleve de ahí es que nada se descarta”. Ese concejo y las varias improvisaciones que según McFerrin debían ser grabadas, fueron entregando frases, motivos, melodías, e ideas musicales que la a cantante le sirvieron para continuar puliendo.
TODO SE GRABA, TODO SE TRANSFORMA
“En un teléfono prácticamente grabé todos los demos. Sobre todo andando, caminando, viajando, era practico tener a mano una grabador”, explica Astudillo.” Las canciones venían con ritmo, ya partían de cierta unidad. Y después trabajaba”. De esa manera “Un mar de Flores” contiene 15 composiciones de diferentes ritmos de Argentina y el Rio de la plata, de las cuales solo dos son versiones; Zamba del arribeño (Nestor Soria y Juan Falu) y Quedándote o yéndote (Eduardo Martí y Luis Alberto Spinetta).
Entre sus temas están la potente vidala bagualera de apertura “Ollita de barro”, de la cual Astudillo comenta: “La copla, la baguala es en dosis homeopáticas. No soy coplera aunque de vez en cuando yo vibro ahí. Es un canto con el que tenés que estar como preparado. “Ollita de barro” explota en mi corazón”.
Luego siguen “Zamba para mis hermanos”, la chacarera “Sin nombre”, el huayno “La verdad”, las canciones “Primavera”, “Doña Clara” y “Calma”, “Mi chamamecito”, el tango “El superado”, y los candombes “Libre de culpa y cargo”, “El arte de los oficios” y “Déjalo ir”. La libertad, el amor y su contracara, el universo femenino, y buenas dosis de humor, son algunos de los rasgos distintivos del disco.
Entre los más de treinta músicos que grabaron están Hugo Fattoruso, Daniel Maza & grupo, Lilián Saba, Rudy y Niní Flores, Pablo Fraguela, Eduardo Spinassi, Jorge Giuliano, Osvaldo Burucuá, Pablo Budini, Diego de la Zerda, Quinteto “La Grela”, Ramiro Gallo, Horacio Cacoliris, Matías Furio, Tay Cala, Oscar Miranda, y otros.
“Todo lo que tiene que ver con este disco está hecho como algo necesario”, se sincera Astudillo. “Yo escribí cosas en canciones que me sucedieron en la vida un par de años después. Cuestiones con la libertad y la decisión, y digo <<mira vos>>… me las repito como diciendo <<naba ya lo sabías>>”, dice Astudillo y agrega: “La libertad es el gran drama de la humanidad, no una tragedia. No hay nada más difícil que elegir, porque vos estés diciendo que no a algo. Y es triste en un punto, pero por otra parte es lo más sagrado que tenemos”.
“COMPONIA PERO NUNCA MOSTRABA”
Luego de debutar discográficamente con "Lorena canta al Cuchi" (1998), siguieron “Ojos de agua” (2003), "Tras de una ausencia" (2007) y “Solo los dos” (2010), con Daniel Maza. Más allá de una trayectoria que se afianza a cada paso Lorena Astudillo habla de sus estudios y sus ganas de seguir obteniendo posibilidades expresivas. “Gracias a este trabajo me di cuenta que tengo mucha energía puesta en la escritura”, dice quien ha pasado por los talleres de la poeta y letrista Diana Bellezzi.” Me puse horas, tiempo. Componía pero nunca mostraba”.
Respecto a la parte musical la cantante reflexiona: “Estoy estudiando canto académico, cantando en Italiano, obras muy bonitas donde también te circunscriben el fraseo y la respiración. Dentro de eso vos tenés que encontrar tu libertad, tu sello tu forma de decir. Yo siendo cantante popular no cambio la melodía porque me pone de un humor pésimo cambiarle la melodía al compositor. Así y todo podés hacer tu propia versión de eso. En el marco de esa estructura vos encontrás esa libertad”.
Sobre el universo femenino y el humor, que funcionaron como destinatario o disparador en el disco, comenta: “Es el primer disco dedicado a la parte femenina. Los otros estaban instalados en la parte masculina. Porque estaban dedicados al Cuchi por ejemplo (en referencia a su debut). Pero en este tal vez porque hable de mi, y lo dedico a mis compañeras. Y la incluí a mi madre quien escribe muy bien, y era la primera a la que yo le mandaba las letras. Hable del universo femenino, la maternidad, la relación con nosotras mismas”.
“El humor es a lo que a mí me salva. Yo soy terriblemente trágica y me asusto de todo, soy una persona muy asustada, muy temerosa, pero en un momento es tan ridículo lo que sucede que me empiezo a reír porque digo “esto es absurdo”, es lo que en realidad te permite sacar la cabeza debajo del agua.
Entrevista completa en la radio.