LOS BUEYES MUSICALES

LA COPLERA BALVINA RAMOS Y EL DJ Y PRODUCTOR GABY KERPEL EDITARON TIRA TORITO, UNA YUNTA DE COPLAS, SAMPLEOS, CAJA Y LOOPS ELECTRÓNICOS.

foto: www.mariacarrascal.com

 

“Vamos, vamos, torito” cuenta Balvina Ramos que decía su padre mientras labraba la tierra. “Arriba, arriba, arriba”, alentaba a sus bueyes para que avancen sobre el surco donde germinaría luego el alimento de su familia. “Abajo, abajo, vamos torito” y Balvina lo acompañaba detrás esparciendo las semillas sobre la tierra. “Tire, tire, tire” suplicaba Don Ramos, mientras ya se asomaba la tez morada del maíz ante el sol rayano de la puna. Años más tarde esa niñita que a paso corto bagualeaba al lado de su padre, le dedicaría el nombre de un disco a aquel recuerdo de infancia: Tira Torito.

Se trata del último disco del DJ y músico electrónico porteño Gaby Kerpel (Carnabailito, De la guarda, King Coya), junto a la coplera salteña Balvina Ramos. El material contiene cantos de Balvina sola con su caja (temas 3, 6) y otros en que se combinan esos cantos ancestrales de la caja con el sonido procesado de las máquinas; loops y sampleos elásticos de sintetizadores y programaciones, y charangos, vientos andinos y percusiones intervenidos digitalmente.

“Canté muchas melodías de coplas y muchas coplas también y Gaby se encargó de seleccionar”, contó Balvina en charla con nuestro programa sobre el proceso de producción del disco. Algunas composiciones fueron hechas a dúo, otras surgidas del manantial de voces que parecen vivir en la coplera y por supuesto, del recuerdo siempre vigente de los versos que supieron entonar sus abuelos. De todas esas vertientes se seleccionó, se cortó, se pegó y se distorsionó, aunque siempre desde el compromiso responsable dice Balvina. Gaby “respetó mucho lo tradicional mío, respetó toda la esencia”. Así es como en algunos tracks del álbum se la oye narrar sobre sus comienzos, su relación con la copla y la tierra que la vio nacer.

ALLÁ EN LAS NUBES

Balvina reside actualmente en Mar del Plata y es una de las referentes más importantes del canto con caja del país que ha mostrado su arte en argentina y el exterior. Ha editado tres discos anteriores "El canto oculto de mi pueblo" (1999), “Luna entera” (2000) y “Corazón de copla” (2011). Además grabó con Jaime Torres y con Pedro Aznar, y compartió escenario en París con Dino Saluzzi, Melania Pérez y Gerardo Gandini.

Nacida en Bacoya, un pueblito salteño de alta montaña, cerca de las nubes con las que jugaba de niña, Balvina creció cantando al lomo de su madre. Envuelta entre colores aguayo el carnaval le quemó la piel desde que el sol del norte la alumbrara, un verano del ‘62. La música la cruzó con Gaby Kerpel  durante los festejos de los 10 años del Mercado Cultural de Bahía, en Brasil y allí fue que germinó la idea de llegar al proyecto compartido.

Tira Torito fue editado en 2012 por el sello Folklore Buenos Aires y cuenta con la producción artística de Fer Isella, además del sonido vibrante del violín de Sami Abadi. El material se encastra dentro de las cada vez más proliferantes formas de entender la tradición y el folklore, dejando de lado ciertos discursos petrificantes y avanzando sobre nuevas propuestas gestadas con el corazón de la nueva era.

¿Qué te han dicho en los barrios copleros del disco?

Como sabrás yo son de Salta, de un pueblito muy chiquito, de Bacoya, departamento de Santa Victoria, provincia de Salta, Argentina, para los que no conocen. Porque a veces piensan que Salta es Bolivia y no, nuestra Salta es de nuestra Argentina querida. Aquí en Mar del Plata se conoció Tira torito y la gente está fascinada, por la música, por lo que se animó a hacer Gaby. Todavía a Salta no llegué, creo que no lo escucharon y la verdad que no te sabría decir que me van a decir. Pero seguramente van a bailar.

 

¿Cómo fue el encuentro con Gaby Kerpel?

A lo largo de mi trayectoria he tenido la suerte de conocer mucha gente como Gaby, a través siempre del canto, de la copla y la caja. Nos conocimos a través de Mariana Baraj que me presentó a María Carrascal, nos hicimos muy amigas, una mujer muy trabajadora, siempre haciendo cosas por la cultura. Ella me contrató para ir a Brasil con Mariana y Gaby, y allá nos conocimos cantando. María nos miró a los dos y dijo “que cosa más linda tenerlos aquí a los dos, podrían hacer algo juntos”.

¿Tira torito significa algo?

Es una copla que le hago a mi papá. Él era labrador de la tierra, sembraba y amansaba sus bueyes, porque allá en mi pueblo todavía se siembra con arado y bueyes. Cuando yo era chiquita, mi papá iba arando abriendo el surco con arado y los bueyes y yo iba atrás, tirando las semillas. Entonces me quedaron las palabras de mi papá, “vamos, vamos, torito, arriba, arriba, arriba, abajo, abajo, vamos torito, tire, tire, tire”. Entonces yo hice la copla que dice “tirá torito tirá, tirá fuerte el arado, ándate por una melga sin estropear el sembrado”. Porque después nacían los maíces y había que aporcar, echar un poquito más tierra y eso también se hacía con el arado y los bueyes, iban por una melga sin pisar una plantita. Una melga sería el surco que van abriendo.

Tira torito tiene letras de los dos, cantos tradicionales, ¿cómo fue apareciendo el repertorio?

Yo iba cantando las coplas y Gaby y Fer Isella son los que iban seleccionando para poner en el disco. Yo iba cantando, me iba saliendo en forma natural, canté muchas melodías de coplas y muchas coplas también y Gaby se encargó de seleccionar.
 

¿Hubo opinión tuya en el resultado final?

Sí, porque de hecho Gaby lo iba haciendo y me iba mandando de cómo iban quedando, para ver si me gustaba. Nos manejamos por mail, también nos hemos encontrado y lo que a mí no me gustaba, se lo decía. Es una persona maravillosa, súper accesible, fue un placer trabajar con él. Mirá que yo soy medio arisca, pero nos sentimos muy cómodos trabajando. Fuimos al campo, se grabó una parte del disco en un ambiente natural, él llevo todos los equipos. Disfrutamos mucho la grabación. Nos gustaría presentarlo, en Salta vamos a ver que nos dicen.

¿Siempre te moviste en el ambiente de las copleras?

Siempre en el ambiente de la copla, porque la gente siempre te pide la copla y yo realmente soy coplera. De Gaby rescato que él respetó mucho lo tradicional mío, respetó toda la esencia y poniendo él todo su talento con la electrónica en este disco.

¿De vez en cuando volvés a tu pueblito?

Sí. Ahora me voy a Salta a ver mi familia y cada tanto vuelvo. Voy y vengo.

¿Cómo es Bacoya?

No hay más de 20 familias, es muy chiquito. La gente se está yendo de a poco porque es un lugar inaccesible, se entra únicamente a lomo de mula, se sube hasta la cima de la montaña a 4800 mts. y después hay que bajar a 2000. Allá la gente vive de la siembra, de la cría de cabras, de ovejas, vacas.

¿Y en qué parte de Salta está?

Departamento de Santa Victoria Oeste, al norte, lindando con Iruya.

“Yo tenía 8, 9 años y me gustaba vivir en la cima de la montaña y miraba y lloraba, porque me daba miedo, pero al mismo tiempo me gustaba”.

 

 

¿Los chicos van a la escuela, les queda lejos?

Actualmente hay una escuela albergue con 100 alumnos que vienen de pueblitos aledaños. Es una escuelita en la que se quedan toda la semana y los fines de semana se van a sus casas.

Y tu historia ha sido acompañando a tu papá a laburar con los bueyes… ¿y cantando desde muy chiquita?

Si, ayer me acordaba que fui a la casa de un amigo en un edifico que está a la orilla del mar y se veía toda una cosa negra para el fondo del mar. Y yo le decía: “mirá, así era mi pueblo, se veía así, cuando se hacía la noche veías toda una cosa negra”. Yo tenía 8, 9 años y me gustaba vivir en la cima de la montaña y miraba y lloraba, porque me daba miedo, pero al mismo tiempo me gustaba. Cuando veía que venía mi mamá dejaba de llorar, porque mi mamá me quería llevar al pueblito y a mí no me gustaba ir al pueblito, me gustaba estar en la cima de la montaña.

¿Te gustaba el silencio, qué te gustaba?

Me gustaba el silencio, me gustaba levantarme a la mañana y ver todo el valle como un acolchado de neblina y yo jugaba a cruzar por arriba de la neblina y me iba metiendo adentro de la neblina. Las nubes estaban abajo como un colchón de algodón, yo era chiquita y decía “voy a cruzar por arriba de las nubes” y me iba metiendo en medio de la nube. Claro, no iba a cruzar nunca a la otra montaña. (Risas)

¿Y ahí se aprende a cantar escuchando a la familia, a los vecinos?

Claro, yo por ejemplo aprendí de mi mamá. Cuando era chiquita, mi mamá me llevaba en la espalda y cuando salían a carnavalear a caballo ella me llevaba en la espalda e iba cantando sus coplas con su caballo y su caja. Y cuando empecé a caminar ya tarareaba, hacía mis melodías de baguala aunque no sabía letra, sólo con la voz ya cantaba.

¿Qué es la copla en tu vida?

La copla para mi es el canto con caja, es todo, es parte de mi vida, es la esencia de mi pueblo, de mis abuelos, de mi gente. Es todo para mí. Te digo que cuando yo me vine a la ciudad he hecho un montón de cosas, pero la copla esta primero, siempre.

¿Vos te fuiste del pueblo a Mar del Plata directo?

No, yo me fui a Salta a los 17 y de ahí iba y volvía, hasta que falleció mi papá. Y ahí ya me quede. Tuve mi familia, mis hijos están en Salta. Pero nada llenaba ese vacío, hasta que descubrí que era el canto con caja.