SE REALIZAN LAS JORNADAS SOBRE PRODUCCION SOCIAL DEL HABITAT Y COOPERATIVAS DE VIVIENDAS AUTOGESTIONADAS. ENTREVISTA A LA ARQUITECTA Y ESPECIALISTA MARIANA ENET.
Un Techo Para mi País ONG con presencia en 19 países de Latinoamérica. Foto: Martina Trejo Ferrer - Equipo Fotografía TECHO Bs. As.
“Nos toca a todos. Esa fragmentación lastima. Hay situaciones habitacionales de hiperlujo y otras de mucha pobreza que lastiman a la sociedad”, dice casi sobre el final de la charla la Arquitecta, e investigadora especialista en Hábitat Popular, de la Universidad Nacional de Córdoba ,
Mariana Enet, quien participará hoy a las 18 hs de las
Jornadas sobre producción social del hábitat, y cooperativas de viviendas autogestionadas.
Los encuentros que continúan durante los viernes consecutivos de noviembre en el
Club Triángulo (Amenábar 5330)
empezaron el 1 de este mes con la presencia de Homero Ramírez, también arquitecto y docente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), integrante de la Federación de Cooperativas Autogestionarias y del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI) de Santa Fe.
La iniciativa de
Fernando Petronio y
Laura Toledo votado por más de 900 vecinos y vecinas del distrito Oeste en el marco del Presupuesto Participativo 2013, que se desarrolla junto al junto al Servicio Público de la Vivienda (SPV) de la Municipalidad de Rosario “plantea analizar la situación actual de la ciudad, con gran concentración de capitales, especulación inmobiliaria, gran cantidad de inmuebles ociosos, y, la expulsión de los sectores populares de la ciudad a las periferias, escenario mechado constantemente por ocupaciones, desalojos violentos, relocalizaciones fraudulentas”, como manifestaron los organizadores al sitio
http://www.enredando.org.ar.
De esta manera arquitectos, estudiantes, trabajadores del SPV, cooperativistas, referentes de la temática, instituciones y vecinos en general intercambian semanalmente sus saberes y preocupaciones en torno al tema del acceso y construcción de viviendas populares y cooperativas, un derecho básico con el que no todos los ciudadanos cuentan hoy en día.
LOS TECHOS QUE FALTAN
Una nota de Luis Bastus publicada en Rosario/12 en junio de 2012 explica que “la provincia de Santa Fe es el segundo distrito del país con mayor déficit habitacional” ya que “hacen falta 309.567 viviendas para solucionar el mayor problema estructural y que afecta casi al 10 por ciento de su población”. Ese informe de La Fundación Apertura con datos de la Encuesta Permanente de Hogares, el Consejo Nacional de la Vivienda, el Ieral y el censo 2010 dice también: “Las provincias con mejores indicadores de desarrollo son las que mayores necesidades tienen en cuanto a hábitat. En el ránking del déficit, arriba de Santa Fe está la provincia de Buenos Aires (que requiere 1,5 millón de viviendas para el 10 por ciento de su población), y Córdoba en el tercer puesto (le hacen falta 205 mil unidades, para el 6,2% de su población)”.
En tanto el “Consejo Nacional de la Vivienda (CNV) pondera que de los 3,5 millones de viviendas que hacen falta en el país, el 77 por ciento de los casos corresponden a unidades recuperables”. “Unidad recuperable” es una de las tres situaciones que distingue el estudio según el nivel de la carencia habitacional. El índice expresa que son: irrecuperables (casos en los que amerita una vivienda nueva o la ampliación de la existente), recuperables (sólo requieren mejoras) y situaciones de hacinamiento en las que es preciso otra vivienda más, por la ampliación del grupo familiar”.
De las 309 mil viviendas requeridas en Santa Fe, 36.677 son hogares cuyos moradores están en situación de hacinamiento. Otras 12.786 casas aportan a la cifra general por haber sido catalogadas como irrecuperables. Quedan unos 260.104 viviendas clasificadas como recuperables”.
ALTERNATIVAS DE CONSTRUCCION
Nuestra entrevistada, Mariana Enet, ligada a Rosario entre 2003 y 2005 como participe del programa Rosario Hábitat en el Servicio Público de la Vivienda adelanta sobre su presencia en las jornadas: “Lo que yo voy a tratar de contar y desarrollar es otro tipo de alternativas” para la construcción del hábitat, “ que se denominan no convencionales y que es en base a la organización de las familias a procesos autogestionarios y a procesos donde hay mayor acercamiento entre estas familias organizadas con aquellos que tienen la responsabilidad de llevar adelante las políticas, tratando de encontrar nuevos caminos”.
“Yo voy a contar el caso de un grupo en San Martin de los Andes que han formado –según cuentan- el primer
barrio intercultural sustentable. Que plantea el material de la vivienda y en toda una concepción del barrio integral: economía solidaria, producción en adobe, techos verdes, estufa rusa, elaborar el compost. Producir dentro de la vivienda pero contemplar la propiedad colectiva, donde ya no es solo mi lote. Toda una serie de ideas donde se puede acceder a buena calidad y diseño. Se puede pensar la vivienda en su progresividad con distintos tipos de materiales. Hay muchas experiencias no solo en argentina sino en América Latina”, decía.
¿DERECHO O MERCANCIA?
“Creo que existe un déficit habitacional grande, no solo cuantitativo sino cualitativo. Existe mucha gente que es excluida no solo de la vivienda, sino de la ciudad, que producto de un modelo de desarrollo donde la vivienda se considera una mercancía y no se considera que las personas que no pueden acceder a una vivienda se lesionan en muchos otros derechos básicos civiles que las familias no pueden desarrollar. En general las políticas habitacionales apuntan a la vivienda como mercancía y las personas para poder acceder tienen que estar dentro del mercado. Las políticas siguen por ese rumbo”, analiza Enet.
En ese sentido la arquitecta manifiesta que muchas familias deben paliar esta situación de despojo que sufren encontrando “una solución en lo que se llama “la producción espontanea del hábitat” que muchos llaman irregular, ilegal o toda una serie de epítetos negativos, pero que son aquellas familias que no tienen otra alternativa para vivir”.
Ahí entre el tema de toma de tierras y los problemas al respecto…
Exactamente, no es algo deseado. No es que las familias estén pensando vamos a tomar la tierra e ir construyendo la vivienda como podamos. Es una situación en la cual la falta o ineficacia de políticas lleva a muchas familias a desarrollar ese tipo de alternativas.
¿Cuáles son esos caminos?
Uno de ellos es las cooperativas autogestionarias de hábitat. En eso me interesa poner el foco para decir “hay una problemática grave pero también hay alternativas”. Hay nuevas formas de realizar políticas. En la argentina mas o menos el 90 por ciento de lo que se pone es para políticas tradicionales y no se pone para estas otras alternativas donde las familias se organizan, hacen sus propuestas, realizan cuestiones que van mas allá de la vivienda. Buscan alternativas para mejorar la calidad de vida y hacerlo en forma sostenible.
¿Estas cooperativas tienden a la intervención de las familias en la construcción de su propia vivienda?
Exactamente, pero no solo en la construcción sino en la toma de decisiones que hacen a todo el proceso habitacional. Hay un error en creer que una política es participativa cuando se le dice “bueno usted también participe en la obra”. Está bien, puede participar, pero si es una dedición de la familia participar, porque probablemente no tenga empleo o esté subempleado o tenga un interés de aprender el oficio, pero no es eficaz que las familias participan solo en la obra. Ese no es el planteo de estos grupos que están floreciendo por distintas partes del país. Ellos plantean una cuestión más profunda donde se empiezan a encontrar con el vecino como una comunidad, como un nuevo sentimiento de solidaridad que llevan a mejorar la calidad de vida desde otra visión distinta a la convencional en la ciudad en donde estamos “sálvese quien pueda, cada uno en su casa, cada uno en lo que pueda pagar para acceder a salud a recreación”.
¿QUÉ ES UNA CASA?
“¿Como vemos a la vivienda? ¿La vivienda es un derecho que está reconocido en nuestra constitución y está reconocido por los derechos económicos, sociales y culturales?”, se pregunta la investigadora y responde: “Está reconocida en nuestra constitución, están firmados los pactos. Pero la realidad, cuando hay políticas que no preservan estos derechos, se deja el mercado librado al más fuerte, y el mas fuerte en esta concepción neoliberal, es aquel que tiene el capital suficiente para hacer este proceso especulativo que lleva a la inequidad y la imposibilidad de acceder por parte de los sectores populares a la vivienda y a la tierra.
EN ROSARIO
“En el caso de Rosario, ya desde los años en que yo iba, hay una gran cantidad de viviendas desocupadas producto de esta especulación. Ahí es donde debe intervenir el estado. Hay distintos elementos, nosotros le llamamos “instrumentos de gestión urbana”, donde se preserva la posibilidad de acceso así como políticas y planes que potencien la capacidad que todas la familias tienen para producir su hábitat. El estado tiene un rol preponderante pero también lo tienen las familias que tendrían que organizarse, deberíamos generar espacios de discusión, análisis y alternativas nuevas para aportar a la política con nuevas alternativas”.
Según datos de la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros), de cada diez inmuebles que se venden en la ciudad siete son adquiridos por inversores, (para ahorro o renta) y el 30 por ciento restante llega al “consumidor final”; es decir quienes compran por necesidad concreta de llegar a la primera casa propia y habitarla.
Uno escucha todo el tiempo declaraciones de los funcionarios en torno a la responsabilidad y repartición de los fondos para planes de vivienda ¿Quien tiene para vos en ese sentido la responsabilidad política de motorizar la articulación de planes, entre los estados municipales, provinciales y nacionales?
No sé, no me atrevería a decir en el caso puntual de la provincia de santa fe ni cómo se mueven, pero sí puede asegurar que las políticas nacionales están centralizadas. Hay una propuesta que se genera en Bs As y se baja como “paquete cerrado” sin la posibilidad de adecuar a las políticas y la realidad de distintas provincias. Y por otro lado hay un enfoque como si fuera único que a través de la construcción de vivienda por empresa constructora es lo que dinamiza a la economía. Dentro de eso me parece que el programa
Procrear es una nueva alternativa más flexible donde al ser producida la vivienda en forma individual puede promover el desarrollo de otro mercado que es el arquitecto, el constructor, el ingeniero, el albañil con su cuadrilla que empiezan a tener otra alternativa, porque en la política tradicional solo (construye) una empresa grande o mediana, cada vez mas concentrado. Ahora, lo que suele suceder es que puede haber fondos para la provincia pero a nivel local o provincial se encuentran con que no tiene tierras urbanizadas para hacer esas viviendas. Porque no intervienen en el mercado inmobiliario del acceso a la tierra, y esa tierra tiene un alto valor que no prevé ni el gobierno provincial ni el municipal para su ejecución. Se da esa situación. Por eso no es tan lineal para decir “el estado nacional no les da”. Quien es el responsable no lo voy a decir yo, pero en cierto modo todas las partes son responsables de esta situación. Yo agregaría también que desde la sociedad, todos debemos tomar partido con respecto al hábitat, porque así sea que tengamos o no hábitat, todos somos parte de una comunidad.
Entrevista De Ushuaia a la Quiaca, texto Bernardo Maison