Luego de la fructífera experiencia de 2010, cuando
Lidia Borda editó el disco dedicado a Homero Manzi,
“Caminos de barro y pampa”, y lo presentó en la Feria del Libro de Frankfurt -a través de la Secretaría de Cultura de la Nación-, a la cantante se la convocó este año a realizar algo similar pero sobre la figura de
Atahualpa Yupanqui, para el Salón del Libro de París, realizado en el mes de marzo pasado, donde Argentina fue el país invitado de honor.
Es así que lo que primero iba a ser un repertorio para ser cantado en vivo en el evento cultural se transformó en un disco de hermosa factura. “Atahualpa” se grabó “en cuatro días” con arreglos de su hermano Luis Borda y Daniel Godfrid, quienes también tocan guitarras, al igual Sebastián Espósito, Juan Pablo Navarro y Sebastián Noya en contrabajo, Luciano Falcón en cello y Daniel Godfrid en piano y dirección musical.
“Un repertorio de Yupanqui… fue sorpresivo porque se me asocia mas al tango que al folclore, y lo tomé con mucha alegría, tenía un compromiso especial, porque cuando uno nada en aguas que conoce es distinto”, contó Borda en De Ushuaia a la Quiaca.
"Chacarera de las piedras" "Tú que puedes vuélvete" "Camino del indio" "Guitarra dímelo tú", "El arriero", "Cachilo dormido", "Piedra y camino", "Siempre!", "El alazán", "La pobrecita" "Yo quiero un caballo negro" "La flecha". Y un homenaje de Luis Borda, su tema "Atahualpa", integran el trabajo.
“Lo que hice fue empezar a recorrer la obra, lo que conocía y lo que no conocía, porque la obra es muy extensa y al menos había que hacer un paneo sobre la obra, y después hacer un descarte… que hablar de descarte en un tipo como Yupanqui es una herejía. En realidad no se puede descartar nada", contó la cantante.
Sobre el modo de definir las piezas para el disco dijo: "Lo que fui haciendo, que en general lo hago cuando trabajo sobre obra de un autor concreto, es ir quedándome con lo que me va quedando en la cabeza. Uno ve todo el repertorio y siempre hay algo que empezás a cantar sola sin darte cuenta. Entonces pienso “esto tiene que quedar, si lo estoy cantando en porque tiene que quedar, es porque es mío”.
"Uno ve todo el repertorio y siempre hay algo que empezás a cantar sola sin darte cuenta. Entonces pienso “esto tiene que quedar, si lo estoy cantando en porque tiene que quedar, es porque es mío”
En otra nota te preguntabas sobre qué se podía hacer con Yupanqui a partir de la mirada que dieron del compositor Liliana Herrero, Suma paz y Mercedes sosa. Entonces pensaba en tu rol de intérprete, en que dialogás no solo desde lo que podés hacer vos como intérprete sino también desde lo que ha dado la cultura sobre Yupanqui.
En ese sentido hay un montón de cosas. Me parece que tanto Mercedes, como Liliana, como Suma son las tres voces. Suma porque es la voz de Yupanqui, la que ha lo ha continuado. Y entre Mercedes y Liliana yo tengo un vaivén, es un ida y vuelta constante de amores y admiración a esas mujeres con una voz sabía. La interpretación de Liliana es muy distinta a la de Mercedes. Es otro concepto, otro pensamiento. A mí me parece que están al mismo nivel, por la excelencia de la voz de Mercedes y la libertad absoluta de Liliana en la búsqueda, la ruptura, el compromiso de ver y redescubrir distintos ángulos de la obra de un autor. Esas miradas previas a la mía sobre la obra de Yupanqui me merecen muchísimo respeto en el sentido que tengo que partir desde ahí.
No necesito silencio.
Yo no tengo en qué pensar.
Tenía, pero hace tiempo,
ahura ya no pienso mas.
(Los ejes de mi carreta)
“Una cosa que vengo pensando a propósito de haber trabajado con la obra de Atahualpa, es que, me perece, que tiene que haber un posicionamiento político federal cada vez más profundo en relación a cuáles son los valores que deben estar presentes constantemente en la formación cultural, sobe todo de los niños y los adolescentes” opinaba Borda.
“Que la escuela no sea solamente un lugar de conocimiento práctico y teórico, sino el compromiso de relacionarse con la raíz y el pensamiento argentino, no desde un lugar chauvinista, sino de un pensamiento real, profundo, hay tipos que pensaban la sociedad como Manzi y Yupanqui por ejemplo. Pensar en una patria solidaria y además reflexiva”, completaba la cantante.
PENSAR DE NUEVO
Tanto en “Atahualpa”, como en sus discos anteriores “Manzi, Caminos de barro y pampa” (2010), y “Ramito de Cedrón” (2008), donde la cantante se sumergía en la atmósfera de Juan "Tata" Cedrón y sus exquisitos poetas; Homero Manzi, Leopoldo Marechal, Raúl González Tuñón, Luís Alposta, César Vallejo y Oliverio Girondo entre otros, Lidia Borda ofrece un verdadero disfrute estético por su canto, y la posibilidad de conocer los grandes repertorios del país, y pensar nuestra cultura.
“A mí una cosa de las que me asustan, no solo de la argentina, porque yo no estoy en con esa idea de la “argentina violenta”, sino que en realidad hay un mundo violento, es que hay un universo culturalmente en decadencia. A mí me toca viajar por mi trabajo y eso es una observación que yo hago constantemente a donde voy. Hay mucho movimiento cultural, la juventud es siempre la que lleva la bandera cultural de las nuevas propuestas sobre todo, pero también yo siento que hay decadencia egoísta. Falta relacionarse, falta pensar el ser de nuevo, hay que pensarse y hacerlo solidariamente y relacionarse con los aspectos de la cultura que nos enriquecen”.
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