Mumo Oviedo, actor de rosario, se reconoce como un fanático de Kapanga y cuenta que ingresó al mundo del cuarteto, a través del disco “A 15 cm de la realidad”, que ahora selecciona para la sección Me Gusta (mucho). “Estaba con mi hermano viendo MTV y de golpe aparece el video del “Mono relojero”…empiezo a ver los vestuarios y la flasheé, estaba esperando que termine el video para ver el nombre del grupo y decirle a mi vieja “comprame el cidi de esta gente”.
Si bien la banda oriunda de Quilmes comenzó en 1989 cuando Martín "Mono" Fabio y Marcelo "Balde" Spósito formaron Kapanga y sus Yacarés, en honor a Kapanga el Misionero, el personaje de Titanes en el Ring, recién pudieron editaron su primer álbum una década después y no les fue nada mal. El lanzamiento de la compañía EMI vendió 35.000 copias y llegó al Disco de Oro. Enseguida llevaron su espíritu festivo y bailable, con el que animaban eventos privados en los comienzos, a los escenarios del país, en festivales de rock que se transforman en multitudinarios cumpleaños de 15 o casamientos cada vez que salen a escena.
“Hubo un antes y un después” –exagera Oviedo-, luego de aquel día frente a la pantalla del televisor donde se sorprendió con la estética de Kapanga: “Siempre me gustó el rock por mis hermanos mas grandes pero con esta fusión me empecé a sentir un poco cuartetero”. Claro que ese sentimiento fue generado por las altas dosis del estilo cordobés que contiene el disco, un material que sin prejuicios, pasa del heavy al cuarteto y a la música disco en la misma canción.
EL BARCITO BON Q BON
“El Mono Relojero”, hits de las época en que el gobernador de la provincia de Buenos Aires Eduardo Duhalde, hacia cerrar los boliches a las 4 de la mañana, o el combo de cuartetos popularizados por La Mona Jimenez -Me Mata, Agujita De oro, Amor secreto y Bon Que Bon- son parte del repertorio. El último tema mencionado (“Bon Q Bon”) despierta el anecdotario en torno al género que en 2013, en el marco de los festejos por los 440 Años de la Ciudad de Córdoba y en el Cabildo Histórico, fue declarado por los concejales como Patrimonio Cultural de los cordobeses.
Bon Q Bon es un barcito típico de córdoba con mas de 30 años que albergó a muchos referente de la movida que, entre otras cosas, usaban el lugar como oficina con un proposito importantísimo. “Actualmente para contactar un artista están las redes sociales, el Facebook, el twitter, le podes escribir a pol macarny si querés, que no te responde ni a palos, pero te podes contactar con él, pero en el barcito Bon Q Bon se juntaban todos lo artistitas porque tenia teléfono fijo”, dice con humor Oviedo quien estuvo de visita hace unos años en el lugar.
Fue Aldo Kustin, compositor y músico cuartetero, quien compuso el tema que Kapanga versionó en su primer disco. Ubicado en calle Olmos Esquina Maipu, el bar “era el punto de reunión de todos los cuarteteros y los fines de semanas todos los dueños de los bailes se acercaban para cerrar fechas y contratar a los músicos”. “Ay barcito Bon Que Bon, la oficina Cuartetera, un teléfono que suena incansable en un rincón, donde llegan las llamadas de lugares diferentes, donde quieren contratar a la gente que divierte”, dice la canción.
Aldo Kustin, oriundo de un “pueblito del norte de Santa Fe, San Guillermo”, murió en la ciudad de Córdoba en 2008 y dejó mas de 700 composiciones, además de que en su orquesta nacieron figuras del género como Carlitos "Pueblo" Rolán. "En mi familia no hay antepasados músicos. De chiquito, hacía mímica de que tocaba el violín, y a los 10 años me mandaron a aprender a tocar ese instrumento. Me recibí de profesor de violín (…), Después me puse a tocar el acordeón porque un vecino tenía uno. Lo hice medio a escondidas porque mi papá no quería que abandonara el violín. Pero, pese a que no me lo esperaba, él me compró el mejor acordeón. Tenía cerca de 17 anos", relató Kustin en una de sus últimas notas con La Voz del Interior.
“La locura de haber escuchado eso a los 11 años y de haber seguido escuchándola, tiene mucho que ver en la vida de quien lo viene escuchando de chiquito. Es una locura que se contagia. De grande tuve la suerte de viajar y conocer a mucha gente seguido de la banda y están medio locos”, opinaba Mumo.