Nevado se le llamaba porque sobre la superficie negra del vinilo se expandían trazos blancos. Fue el primer disco que editara lo que un año después devino en el programa musical de televisión Alta Tensión. Se editó en 1970 y el material se titulaba “Alta Tensión en Sótano Beat”, más conocido como el nevado.
Luego vendría “Es primavera” (1971), el vinilo de colores -amarillo, verde y rojo se fusionaban en formato de arcoíris- y tantos otros: “Verano con Alta Tensión” (1972), “Al sol” (1973), “A toda potencia” (1973), etc. Todos compilaban los temas del momento; Palito Ortega, Donald, Tormenta, Los náufragos, Safari eran las voces que cantaban la nueva música. “Creo que representaba esa locura que se vivía en aquellos años”, analiza Gerardo Martínez Lo Ré, director de Radio Universidad, docente y periodista, cuando explica por qué le gusta mucho el nevado de Alta Tensión. “Tuvo la particularidad de indicar que venía toda una movida nueva. Yo era un infante, pero ya eso se percibía, ya los otros discos que sonaban a viejo”, dijo.
Alta Tensión fue un programa de música argentina conducido por Fernando Bravo entre 1971 y 1974. Se emitía los sábados al mediodía y apareció como un soporte más de la escena musical del momento: “era la música beat, que estaba muy en boga, -cuenta Lo Ré- impulsado internacionalmente por Los Beatles y otros conjuntos que tocaban ese género musical. Era un género muy alegre, que se notaba que tenía mucha vida”. “De boliche en boliche” de Agua Mojada, “Vuelvo a vivir, vuelvo a cantar” de Los tíos queridos o “Celosa, celosa, celosa” de Donald son algunos de los temas que reúne el nevado, temas que a vaivén de caderas hicieron bailar a una generación entera.
Nuevas estéticas irrumpían desde otros rincones del mundo y se impregnaban en estas latitudes a través de diversas manifestaciones culturales: “uno se vestía muy diferente a lo que se vestían los mayores”, recuerda Martínez Lo Ré y continúa: “Antes no había una división en cuanto a la vestimenta, marcaba solo el pantalón corto, a los varoncitos…pero siempre se vestía igual: pantalones de vestir o camisa y saco. La irrupción del vaquero por ejemplo, o las zapatillas, marcó una tendencia irreversible, y la música también estaba a tono con este cambio”. Las chicas con minifaldas, shorts, colores y botas también significaron un cambio paradigmático en cuanto a las tendencias de moda y asimismo, el rol de la mujer en la sociedad.
Al mismo tiempo, el docente y periodista reconoce una escena musical más amplia que también formaba parte de la época: “Ya se empezaba a esbozar otra música” recuerda y refiere a Los Gatos, Almendra, Manal o Sui Géneris, cuyos comienzos en la música data de fines de los 60 y principio de los 70 y tuvieron una gestación paralela al formato de la nueva ola. Y aclara, que bien podría haber elegido alguno de esos otros discos, que también hicieron mella en su historia, pero prefirió volcarse a esta otra arista musical argentina, quizá menos explorada y valorizada.
Txt: Lara Pellegrini