Desde el comienzo de esta década, se puede decir que fue el periodo 2000/2010, el que engendró y disparó múltiples usos y relecturas del material folklórico del país; desde las piezas clásicas a los ritmos autóctonos de cada región. Pero esa emergencia que vivimos también tiene -aunque suene increíble-, antecedentes en la década del noventa. Como si nuestro río cultural, no se hubiese secado del todo.
Fue durante los años en que mas renegamos de nuestra condición latinoamericana, que Chango Farias Gómez –Director Nacional de Música 89/91 nombrado por Menem- sostuvo un proyecto musical dedicado a profundizar en las raíces de la patria grande y el África negra.
El Periodista Marcelo Nocetti nos recomienda el disco “Rompiendo la red”, que Farias Gómez grabó con su grupo “La Manija” durante cuatro funciones en el Teatro Presidente Alvear en 1995. En esa formación se encontraban una serie de jóvenes músicos entre los que se cuentan a Rubén "Mono" Izarrualde en flauta y Voz.
Como ya lo había hecho en sus grupos históricos anteriores (Huanca Hua, Grupo Vocal Argentino, MPA, y las juntadas y espectáculos que encabezó), aquí también proyectó un repertorio popular hacia su imaginario inquieto. Y como cita Nocetti la sentencia de Yupanqui, “los Farias Gomez podían ponerle mostaza al asado que no iba a perder el gusto”