“Los santitos huyen de mi agenda, soy mala, madre de todos los pecados”, canta con ironía autorreferencial Ana Prada en Soy Pecadora, la canción que titula y abre su segundo disco solista, y que Sonia Tessa, periodista; redactora y editora en Rosario/12, eligió entre varios discos que le gustan mucho.
El álbum de la cantante, compositora y guitarrista de Paysandú, editado en 2009 -aunque nuestra invitada lo escuchó con “fruición” en 2011-, es el segundo eslabón de una serie que había comenzado con Soy Sola (2006) y llega hasta el reciente Soy Otra. “Este disco lo escucho cuando me siento ligera, lo he escuchado mucho viajando, lo tengo asociado a la posibilidad de salir de la rutina, la música de Ana Prada esta asociada a la salida de la rutina”.
Canciones frescas y sencillas, recubiertas de una patina pop, con afluencia de ritmos folklóricos y sonido preponderantemente acústico constituyen la identidad del disco: guitarras, ukelele, contrabajo, acordeón, piano, percusión y arreglos digitales están al servicio de varias historias de amor en esa zona mixta, entre la ciudad, el campo adentro y la ribera.
“Hay una mirada del amor que no es para nada romántica y eso también me gusta”, opina Tessa y cita a un colega suyo que definió a la uruguaya como “cultora del libre albedrio estético”. “Estoy frente a un clásico”, concluye.