#Cláusula Gatillo, columna política de Juan Pablo Hudson
Tema 1: “No consumirás”.
Según un informe de la consultora Ecolatina, el consumo masivo registró su segunda caída anual consecutiva. En 2016, la actividad económica disminuyó casi 2%, mientras que el consumo masivo se redujo más del doble: 4%. En 2017 el PBI trepó casi 3% pero el consumo masivo cayó 1%. De allí que el gobierno caracterice -con creatividad- al crecimiento como asintomático. Es decir, no se ve en los bolsillos. Más bien lo contrario.
Entre 2015 y 2017 la actividad registró un avance de 1% pero el consumo masivo tuvo un retroceso mayor a 5%. Por ende, pese a que la economía local logró un rebote después de la súbita caída en 2016, el consumo no logra acoplarse a la tendencia positiva.
La asimetría entre inflación e ingresos provoca cambios de hábitos: la venta en supermercados mayoristas acumuló un alza cercana a 25% en cantidades a lo largo de la gestión amarilla, pero los supermercados e hipermercados redujeron sus ventas en 12%. De allí que Carrefour, que el año pasado había lanzado una campaña comprometiéndose a no aumentar precios de los productos con marcas propias, hoy amenace al gobierno con la posibilidad de 3000 despidos.
Según un informe de la consultora Ecolatina, el consumo masivo registró su segunda caída anual consecutiva. En 2016, la actividad económica disminuyó casi 2%, mientras que el consumo masivo se redujo más del doble: 4%. En 2017 el PBI trepó casi 3% pero el consumo masivo cayó 1%.
Hay un dato que muestra con precisión la fisonomía del proyecto que tiene Cambiemos: el salario real de los empleados formales avanzó 3,5% el año pasado, pero el consumo masivo anotó su segunda caída anual consecutiva. ¿Qué significa esto? ¿Por qué esa minoría de trabajadores formales no consume más? Porque, por ejemplo, el 20% de sus salarios ahora están tomados por el pago de las hiperinflacionarias tarifas de servicios públicos.
Respecto a los rubros que efectivamente aumentaron sus volúmenes de venta aparecen el patentamiento de autos livianos con un crecimiento de 35% respecto de 2015, a la par que el de motos avanzó casi 45% en dicho período. Y un rubro que nunca paró de vender: los celulares, ese bien de consumo inter-clases más importante del siglo XXI. Los aumentos en la venta de autos y motos están íntimamente ligadas al endeudamiento privado, con la concreción de créditos UVA. En septiembre de 2017, el banco Central anunció que había crecido a una tasa del 53% anual el pedido de créditos individuales para consumo.
Otro de los sectores que se beneficiaron es el rubro gastos en viajes al extranjero. La salida bruta de divisas por esta vía pasó de US$ 8.200 millones en 2015 a US$ 10.600 millones en 2017 (+30%). La conclusión de Ecolatina es lapidaria: se espera un crecimiento del PBI que rondará el 2% pero un salario real estancado respecto a 2017. En otras palabras: el consumo masivo seguirá en retroceso.
Tema 2: “El crecimiento invisible, ese neologismo del marketing oficial”
El diario La Nación publicó una noticia inquietante: 11 de los 16 rubros en los que se divide el PBI crecieron en estos dos años de gestión cambiemita. Pero los dos más relevantes para la generación de empleo y que verdaderamente motorizan una economía se mantienen en baja respecto a 2015: la industria y el comercio.
La industria manufacturera, que representa el 20% del producto, en 2015 movilizó 125 mil millones de pesos. En 2016 tuvo una baja pronunciada: 118 mil millones. Y en 2017 un leve repunte que no alcanzó a 2015: 122 mil millones. En porcentajes: cayó 2,6% en el bienio. En los números totales, tuvo un retroceso del 5,8% en 2016 con respecto a 2015, y en 2017 recuperó un 2,8%, es decir, tuvo un rebote después de la debacle 2016.
Los industriales más heridos son los siguientes en un mercado interno en declive y una importación que se abre cada vez más: fabricantes de maquinaria de oficina, contabilidad e informática (-39,5%), los de prendas de vestir (-16,7%), de productos textiles (-16,6%) y los del cuero y sus productos derivados (-16,2%), tabaco (-13%). La industria automotriz es también un ejemplo de la economía macrista. En 2016 cayó un 14% y el año pasado remontó un 11%, es decir, quedó un 4% por debajo del 2015, aún cuando la venta de autos creció fuertemente. ¿Qué pasó? La importación de autos explica el crecimiento comercial pero también la caída de la producción local.
11 de los 16 rubros en los que se divide el PBI crecieron en estos dos años de gestión cambiemita. Pero los dos más relevantes para la generación de empleo y que verdaderamente motorizan una economía se mantienen en baja respecto a 2015: la industria y el comercio.
El comercio, que representa el 15,7% del producto, significó en 2015, cuando el kirchnerismo hacía las valijas, un movimiento de casi 95 mil millones de mangos. En 2016 cayo hasta 93 mil millones y en 2017, cuando el gobierno mejoró paritarias en el marco de las elecciones de medio término, empardó 2015 con 95 mil millones.
Las únicas estrella del crecimiento son rubros marginales en la composición del PBI: la pesca es la que más creció (+14%) pero representa tan solo el 0,4% del producto. La otra actividad ganadora fue la silvicultura, que es la explotación forestal (+8,7%). Sin embargo, a pesar de los permanentes beneficios impositivos, el rubro Agricultura, Ganadería, caza y Silvicultura cayó en 2016 1% en dos años respecto a 2015. La sequía es una explicación. ¿La única? En 2015 se acumularon casi 53 mil millones de pesos en este rubro que representa el 8,6% del PBI. En 2016 se retrajo a 50 mil millones y en 2017 creció pero sin alcanzar los valores del último año K: 52 mil millones.
La construcción, impulsada el año pasado a base de obra pública, cayó en dos años 1%. Sin embargo, el gobierno la presenta como la rama hit del crecimiento invisible que anunció el presidente Mauricio Macri en la inauguración de las sesiones legislativas este año.
Tema 3: “Carrió y los radichetas contra el nopasanadismo oficial”.
El explosivo aumento de los impuestos a los servicios básicos no detiene su marcha. El ministro de Energía Aranguren tiene la venia del presidente y no afloja en la transferencia de dinero desde los consumidores hacia las empresas eléctricas, de gas, y petróleo; se suma el aumento del precio de los boletos de los transportes de la mano del Ministro Dietrich. Hubo una reunión muy tensa entre los socios radicales, representados por Cornejo, el gobernador de Mendoza y actual titular de la UCR, con Macri, Peña y Quintana. Parece que se sacaron chispas cuando impugnaron los aumentos del gas, la luz y el transporte que ya significaron casi la mitad de la quimérica pauta de inflación fijada en 15% para 2018.
Elisa Carrió, el extraño emblema moral de Cambiemos, no detiene sus embestidas contra Aranguren. La chaqueña eleverá en la Cámara de Diputados un proyecto de resolución con preguntas muy incómodas para el responde-todo Marcos Peña. Sobre todo hará hincapié en cómo el Gobierno, por acción u omisión, beneficia a empresas con directivo que tienen algún tipo de vínculo con el oficialismo. La compañía emblema es la de Marcelo Mindlin. quien compró, en una oscura maniobra, la constructora del primo del presidente, acusado de testaferro, Ángelo Calcaterra. Carrió lo llama "el Eskenazi de Macri". Midlin tiene 53 años y es accionista de Pampa Energía, grupo dueño de Edenor, Transener, la mayor transportadora eléctrica- y TGS, la segunda transportadora de gas. Pampa Energía pasó de estar en el puesto 103 en el ranking de las empresas que más facturaran en Argentina, en el 2015, al puesto 10 según la revista Forbes en octubre de este año. No todo retrocede en la Argentina.
Hubo una reunión muy tensa entre los socios radicales, representados por Cornejo, el gobernador de Mendoza y actual titular de la UCR, con Macri, Peña y Quintana. Parece que se sacaron chispas cuando impugnaron los aumentos del gas, la luz y el transporte que ya significaron casi la mitad de la quimérica pauta de inflación fijada en 15% para 2018
¿Hasta dónde llega la presión de Carrió y los radicales? ¿Se presiona por interés real en los consumidores o son pujas previas a los armados electorales que se avecinan? Por lo pronto aumenta la desconfianza social sobre la capacidad del macrismo de controlar la inflación y también caen las expectativas económicas. Clarín advierte sobre la caída en las encuestas. El gobierno se mantiene imperturbable. De allí que sus socios radicales y Carrió los tilden de nopasanadismo.
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de Juan Pablo Hudson